Saltimbanqui Litoral 2023: “La cuerda como camino”

La cita fue en San Nicolás y las actividades se extendieron a lo largo de una semana con la salesianidad al mil.

70 jóvenes animadores de las presencias salesianas en el Litoral del país se sumaron a la experiencia Saltimbanqui. Del 4 al 10 de enero, el Colegio Don Bosco de San Nicolás se convirtió en casa para quienes fueron a participar, a acompañar, a servir y a escuchar.

Ana Calzia, animadora que por primera vez se sumó al equipo organizador, contó: “Fue muy hermoso vivir desde otro lado el Saltimbanqui. Se me venía a la mente una imagen: los chicos animándose a dar sus primeros pasos en esa misma cuerda que caminó Don Bosco y nosotros que vamos un poquito más adelante, dándoles la mano y diciéndoles que confíen”.

 

Las Memorias del Oratorio acompañaron las jornadas, proponiendo ejes de trabajo para cada día. Así, la comunidad, el camino a transitar, la presencia de María, la vida salesiana, aparecían como los grandes descubrimientos cotidianos. 


Como en Valdocco, los más grandes iban enseñando a los más chicos, desde la experiencia personal y a través de talleres. Estos tuvieron como temáticas: Cristología y Mariología, Iglesia y misión, Psicología evolutiva, compromiso social del cristiano y salesianidad.

 

En sintonía con el llamado del Papa Francisco a una conversión ecológica, hace varios años que la zona ha reducido el número de cuadernillos para las experiencias formativas. Hoy se prioriza un formato PDF para acceder al material, quedando pocos ejemplares en papel que sirven de base para próximas ocasiones.


«Que te quiero ver, te quiero contar, lo bien que se vive en comunidad»

La cuestión comunitaria se hace fuerte en las experiencias zonales. Jóvenes de diferentes casas y contextos conviven durante varios días en un mismo patio. Se sientan a la par, conversan e intercambian coordenadas vitales. También quienes les acompañan llegan desde diversos puntos. En estos encuentros, el compartir gratuito es protagonista.

Ezequiel Varela, posnovicio que acompañó la experiencia, lo definió así: “Al llegar, los grupos eran muy variados y eso se notaba. Con el correr de los días -y especialmente durante el taller de salesianidad- todos entraron en la conciencia de que estamos en la misma, en la sintonía de Don Bosco. Fue muy lindo sentir que hay un horizonte, un eje común, una matriz. Y sentirse acompañado en eso también.

Para otros dos de los salesianos que estuvieron presentes en el Saltimbanqui, cada uno de los días abrió nuevas oportunidades en especial para los animadores que recién inician este camino. “Se vivió un clima de unidad sin diferencias”, dijeron.

“Nuestra familia es así”, concluyó Ana. “En esos días se sintió que contamos con un padre que nos ama, con hermanos que nos entienden, nos escuchan y están en la misma. Estas experiencias sirven para sabernos acompañados siempre. El mismo espíritu que impulsó a Don Bosco nos ilumina y acompaña en todas las actividades del año”. 

Colaboraron en este artículo: Lucas, Agostina, Enzo, Mariano, Ana, Ezequiel, Paz, Otto.