Ordenación sacerdotal del salesiano Mariano Bressan: un emotivo encuentro en Formosa Mariano Bressan SDB recibió la ordenación presbiteral el sábado 10 de junio en la parroquia María Auxiliadora de Formosa. En una ceremonia cargada de emotividad y significado, la ordenación sacerdotal del salesiano Mariano Bressab tuvo lugar el pasado 10 de junio en la ciudad de Formosa. La celebración fue presidida por Mons. José Vicente Conejero, Obispo de Formosa, y contó con la presencia del P. Horacio Barbieri, Inspector de Argentina Norte, así como la asistencia de SDB, laicos, familiares y amigos del nuevo sacerdote. Enmarcada en la festividad de Corpus Christi y cercana a la celebración de la Santísima Trinidad, la ordenación sacerdotal de Mariano Bressab se llevó a cabo en un ambiente de gran familiaridad y alegría. Mons. Conejero expresó su felicidad por compartir un momento tan trascendental, subrayando: «Querido Mariano, tienes el gran privilegio de celebrar esta fiesta en este marco litúrgico. Tú debes ser maestro de la verdad, para dar a conocer a tus hermanos la verdad de Jesucristo, sobre la Iglesia y sobre el hombre». El padre Inspector, Horacio Barbieri, también se dirigió a los presentes, expresando su agradecimiento a todas las personas que participaron y colaboraron para hacer de la celebración una gran fiesta para la familia salesiana. Dirigiéndose a Mariano, le agradeció por su compromiso y vocación: «Gracias, Mariano, por tu sí, por tu respuesta vocacional, por haber escuchado y comprometido tu vida con el Señor». Al acercarse al final de la ceremonia Mariano compartió su gratitud y destacó la importancia del orden sacerdotal en su vida: «A mis hermanos salesianos que caminaron conmigo, a la comunidad formoseña que me acogió y acompañó, que fue mi segundo hogar y donde encontré a Jesús, y a mi comunidad actual en Tucumán, el orden sacerdotal es un regalo para mí», expresó emocionado. Con la ordenación sacerdotal de Mariano Bressan, la Iglesia suma un nuevo pastor comprometido para llevar el mensaje de amor y esperanza a todos aquellos que lo necesiten. La comunidad salesiana celebra con alegría este importante paso en la vida del nuevo sacerdote, deseándole bendiciones en su camino y en su servicio a la Iglesia y a la sociedad.