La Asociación de María Auxiliadora nació en Turín el 18 de abril de 1869. Hoy existen más de 800 grupos miembros de ADMA en todo el mundo.
Hoy, 18 de abril de 2019, Jueves Santo en todo el mundo, la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) celebra sus 150 años de vida. Fundada por Don Bosco en 1869, se constituyó como el segundo grupo de la Familia Salesiana «por el único deseo de promover la gloria de Dios y el bien de las almas,(…) la veneración al Santísimo Sacramento y la devoción a María Auxilium Christianorum», según las palabras del Santo.
“La Asociación de devotos de María Auxiliadora canónicamente erigida en la Iglesia dedicada a ella en Turín, en respuesta a las numerosas peticiones de formar una asociación de fieles que, unidos en el mismo espíritu de oración y piedad, rindieran homenaje a la gran Madre del Salvador invocada con el bello título de Auxiliadora de los cristianos”.
Folleto escrito por Don Bosco para difundir la Asociación, 1869.
Que el aniversario Nº 150 coincida con el Jueves Santo es una gracia especial, ya que permite volver al punto central de la espiritualidad y vida de la Asociación: El amor a la Eucaristía y la devoción a la Inmaculada Auxiliadora, pilares del carisma salesiano. Por este motivo, todos los grupos ADMA del mundo están invitados a participar especialmente en la adoración eucarística de esta noche.
Pertenecer a ADMA nos compromete a participar en la misión de Don Bosco, sobre todo difundiendo la devoción popular mariana, como instrumento de evangelización y promoción de las clases populares y de la juventud necesitada.
La celebración del 150º aniversario confirma el deseo expresado por Don Bosco en 1869: “La Santísima Virgen María, que ha bendecido y favorecido a quienes la han implorado con el título de Auxiliadora de los Cristianos, continúa difundiendo abundantes tesoros celestiales, no solo sobre los miembros de esta piadosa Asociación, sino sobre todos aquellos que la invocarán en sus necesidades espirituales o temporales, como signo de que todos tienen motivos para bendecirla en la tierra, para ir un día a alabarla y agradecerla eternamente en el cielo”.
Cabe destacar que, dentro de la Asociación, surgieron espontáneamente los grupos juveniles en diferentes partes del mundo. Los mismos ideales, sumados a una misión aún más específica: La educación del corazón.
«Nunca antes los jóvenes habían necesitado a aprender a amar, a amarse a sí mismos como a los demás y a Dios por encima de todo lo demás».
Fuente: Agencia de Noticias Salesianas - ANS