Hace unos días terminó el quinto Capítulo de la Inspectoría Argentina Norte. Se vivieron jornadas de intenso trabajo comunitario sobre dos ejes principales: el análisis del material enviado por el Rector Mayor para el Capítulo General del 2025 y la elección del Delegado que acompañará al Inspector en dicha asamblea.

En relación al segundo tema, los SDB votaron para decidir quién de todos ellos representará a la Inspectoría en el Capítulo 29 de Turín. El elegido fue el Hno. Lucas Mautino, quien actualmente pertenece a la casa salesiana de Rodeo del Medio, Mendoza.

El Hno. Lucas, Delegado Inspectorial en el próximo Capítulo General, nos compartió los sentires que le dejó la asamblea: 

Creo que una primera cuestión es estar agradecido a Dios por este regalo que nos hace de poder encontrarnos como hermanos. Reunirnos como hermanos y reconocernos que estamos juntos. Y que estamos juntos porque Jesús nos llamó, Dios nos llamó y nos invitó. Y en esa invitación somos todos discípulos, estamos todos detrás de Jesús. Y eso es un signo muy bueno, creo que el Capítulo lo hace visible, nos encuentra como discípulos de Jesús y nos encuentra juntos. Nos hace dar cuenta que estamos llamados por Jesús para compartir, para mirarnos y, sobre todo, para enviarnos nuevamente.

En este sentido, Jesús para nosotros es el centro y el modelo. Especialmente en este mes miramos el corazón de Él, porque es ese corazón grande el que nos regala la salvación de Dios. Este corazón de Jesús tiene que ver con la pasión, con entrega, con perdón, con misericordia. Nosotros en este Capítulo 5 repetimos que estamos “apasionados por Jesucristo”, y esa es la pasión que queremos, estar en su corazón, volver al corazón de Él para llenarnos de Evangelio. Y este llenarse de Evangelio no es para nosotros, sino para poder compartirlo, es lo bueno de todo esto. Lo bueno no es que nos replegamos en nosotros mismos, que nos quedamos cómodos y nos aislamos, sino que todo esto para poder darlo y darnos siempre más a los jóvenes, que son los que dan sentido a nuestra vida porque precisamente ahí Jesús nos está esperando, en ellos, para amarnos mucho más y regalarnos su cariño y su misericordia.

Es lindo también darnos cuenta que Don Bosco, Papá Don Bosco, nos soñó. Y cuando Don Bosco nos sueña, sueña con un vasto movimiento, sueña con muchas personas, nos sueña como familia, no como “francotiradores” nosotros solos, sino que sueña un vasto movimiento de personas para hacer el bien, el el mayor bien posible a los jóvenes de cada época y especialmente a los jóvenes más pobres. Creo que este es un punto importante que nos ayuda a darnos cuenta del por qué trabajamos laicos y salesianos juntos. No porque somos menos, porque somos pocos, sino porque es un motivo carismático, porque Don Bosco mismo nos sueña, y nos sueña en familia y nos sueña para el bien de los jóvenes. Así que bueno, esto es algo, una verdad fuerte para todos nosotros.

En síntesis, el Capítulo Inspectorial es para nosotros una gran posibilidad, es un tiempo del espíritu, un tiempo de renovación. Y creo que así lo fuimos viviendo, como consagración y a través de ese espíritu que nos sigue renovando y nos da la posibilidad de abrirnos y seguir saliendo ayudando a los jóvenes juntos, salesianos y laicos.