Continuamos adentrándonos en el Aguinaldo 2022 que nos propone el Rector Mayor de los Salesianos, don Ángel Fernández Artime, quien nos invita a profundizar en la vida de San Francisco de Sales, patrono de la congregación, al cumplirse el 400º Aniversario de su Pascua.
Para ello es importante considerar que uno de los ejes sobre los que se respalda esta hermosa carta y consigna nace del primer punto de la Propuesta Programática de don Ángel a la congregación, después del Capítulo General 28, celebrado entre febrero y marzo de 2020 en Italia. Allí propone para los próximos años “crecer en identidad salesiana”.
Al respecto, el Rector Mayor subraya que el futuro de la vida salesiana “tiene la razón de ser en su fundamento, y éste es Jesucristo” a quien –sostiene- siempre tenemos que volver, “renunciando a todo lo que no es Él o nos aleja de Él”.
Como seguidores de Jesús al estilo de Don Bosco, desde el rol y ámbito en el que nos toca desempeñarnos -dentro y fuera del “mundo salesiano”-, siempre se resalta la capacidad de planificar y realizar actividades, organizar acontecimientos educativo pastorales. En tal sentido, el padre Ángel dice que la salida a las diferentes crisis que atravesamos “no la encontraremos en nuevas planificaciones, ni en planes estratégicos, ni en programaciones 3.0. Las más de las veces, ante desencantos, cansancios vitales, desmotivaciones…, se trata de restituir, de volver a Cristo”. Y ahonda aún más al decir que “podemos vivir equivocados creyendo que en el hacer cosas todo tiene sentido” y destaca que “sin Jesucristo al centro de nuestro pensar, sentir, vivir, soñar, trabajar…, no hay futuro, y no podremos ofrecer nada que sea significativo”.
Volver a nuestra Galilea: Valdocco
Así como Jesús -ya Resucitado- invitó a los discípulos volver a Galilea para encontrarse con Él allí, don Ángel Fernández propone “en clave salesiana”, como ese sitio a Valdocco, pero sobre todo el primero, el incipiente e incluso frágil, dice. Allí donde se asentó el oratorio de Don Bosco, “es la atmósfera espiritual y apostólica en la que cada uno respiramos el aire del Espíritu, donde nos nutrimos y reforzamos nuestra identidad carismática”.
Dando un paso más, el Rector Mayor sugiere que esa Galilea salesiana pueda “hacer de cada una de nuestras casas un verdadero Valdocco donde encontrarnos cara a cara, en la vida de cada día, con Jesús”.
Con los cinco sentidos
Para poder caminar en estos aspectos será vital que “estemos despiertos y ágiles en la escucha del soplo del Espíritu de Dios, para renovar el profetismo que debe caracterizar nuestra vida”, dice don Ángel y exhorta a ser “expertos en humanidad”, y explica que implica saber “mirar y contemplar hasta dejarse conmover por el dolor y las carencias de nuestros hermanos y hermanas, de los jóvenes, muchachos y muchachas y sus familias”.
Y así como Jesús, a quien también imitó San Francisco de Sales, “se espera de nosotros que seamos signos y testimonios de la presencia paternal de Dios, que es presencia tierna, que mira con mirada de ternura y brazos abiertos en especial a los más pobres, a nuestros jóvenes, haciendo realidad una fraternidad que sea atractiva, fascinante, y viviendo con sencillez, simplicidad y sobriedad”.
Por: Juan Pablo Vallejo