San Luis. Cuando parecía que el clima sería un problema y no iba a permitir realizar el maravilloso Vía Crucis Viviente en las calles puntanas, este no lo fue. Las cómodas instalaciones del polideportivo “I Becchi” del Colegio Don Bosco se transformaron en un gran escenario, donde las personas vivieron momentos inolvidables.

“Salimos como espectadores, para convertirnos en testigo” fue el lema del Vía Crucis Viviente y Joven que se realizó el Viernes Santo en la Ciudad de San Luis

Las actividades del viernes 25 comenzaron en el Colegio a las 17 hs con la adoración a la Cruz, para luego a las 19 hs, dar inicio al Vía Crucis Viviente, donde participaron una gran cantidad de personas.

La iniciativa de hacer algo distinto en Semana Santa surgió por los jóvenes de distintos colegios y parroquias de la ciudad, quienes se organizaron y dividieron las tareas para hacer el Vía Crucis del Viernes Santo un momento muy especial.

El objetivo propuesto por los jóvenes organizadores de este Vía Crucis, era hacer que la gente no lo vea como uno más que se realiza en Semana Santa, sino que las personas se sintieran parte de la multitud que acompañó a Jesús, viviendo los momentos de sufrimiento previos a la muerte del Señor con cada estación representada artísticamente, lo cual permitió que los presentes se remontaran a aquellos años.

Objetivo logrado por los organizadores de este gran evento, ya que muchas personas lo calificaron de sentido, emotivo y reflexivo, en las redes sociales, aplaudiendo el gran trabajo realizado.

Los chicos de los colegios Don Bosco, Aleluya, María Auxiliadora y San José, y de los grupos de las Parroquias San Roque y Nuestra Señora de Luján, las semanas previas al Viernes 25 de marzo estuvieron pensando y organizando cada tarea y detalle para que este momento junto a Jesús salga de la mejor manera.

La buena planificación de los chicos se vio reflejada en el hermoso momento que pasaron quienes participaron en uno de los Vía Crucis más importante que tuvo la Ciudad de San Luis.

Nota: Martín Grippo.

Fotos: Agustín Puig