En la Escuela Salesiana Ceferino Namuncurá, ubicada en Salta, los alumnos asumen un fuerte compromiso con el cuidado de la Casa Común. El uso de energías renovables, la reutilización de materiales y el sostenimiento de una huerta, son algunas de las actividades amigables con el medio ambiente que marcan el día a día de los niños y niñas de la escuela.
Conjuntamente con la Vicaría Parroquial y el Movimiento Juvenil Salesiano, la casa salesiana asiste diariamente a 1250 niños, niñas y jóvenes que viven en contextos de vulnerabilidad.
Uno de los proyectos que se viene trabajando de manera sostenida es el de “Eco-escuela y huerta escolar”. A través de este se invita a los niños y niñas a asumir esta corresponsabilidad ambiental mediante diferentes actividades y experiencias significativas para ellos y la comunidad en general.
La escuela es miembro de Don Bosco Green Alliance, una plataforma internacional del Movimiento Salesiano Verde, integrada por personas de las instituciones de la Familia Salesiana que contribuyen a la acción, el pensamiento y las políticas ambientales a nivel mundial.
En el marco de esta alianza, y dentro del proyecto de Eco-escuela, el Ceferino asumió algunos desafíos centrales:
- Uso de energías renovables: se trabajó en conjunto con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) y el Centro de Formación Profesional San José (CFP funciona en otra casa salesiana: Ángel Zerda), en la instalación de un termotanque solar para el uso de la escuela.
- Reutilización de papel, cartón y plásticos en todas las áreas de la escuela.
- Desarrollo de la Huerta Escolar: fortalecer el concepto de soberanía alimentaria en vista a la realización de experiencias de producción de hortalizas que alimenten la mesa escolar y familiar.
Además, enmarcados dentro del proyecto Eco-escuela y en relación con los gestos solidarios que año a año impulsa la Escuela, se emprendió un nuevo desafío: el proyecto “Botellas de Amor”.
El proyecto “Botellas de Amor” tiene como objetivo principal colaborar con el Merendero “Ricitos de Oro” ubicado en el Barrio Floresta de la Ciudad de Salta Capital. Se trata de un barrio periférico con una población vulnerable donde se observan grandes necesidades.
A través de esta iniciativa, los alumnos producen eco-ladrillos que colaboran a la construcción de un salón donde el merendero pueda desarrollar sus actividades de apoyo escolar.
Estas iniciativas no solo promueven el cuidado del medio ambiente, sino que también reflejan profundamente los valores salesianos relacionados a formar jóvenes solidarios, responsables y comprometidos con su comunidad.