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Los portales de datos y los informes numéricos nos aportan datos duros acerca de las realidades que enfrentan comunidades, familias, personas. ¿Somos capaces de ver rostros más allá de los números? 

Tengo ante mis ojos una estadística. Son números. Pero sé muy bien que detrás de los números, más allá de su función científica, existen personas concretas. La miro de nuevo. Me la ha enviado el Hermano Máximo Herrera desde Uganda, desde el lugar donde se produce este informe.

Los Salesianos de Don Bosco viven ahí, en el campo Lamwo, en el paraje llamado Palabek. Allí viven también 57.438 refugiados. Me comenta Máximo que cuando lleguen a 60 mil, tendrán que cerrar el centro. Ciertamente que abrirán otros, pero no saben si irán los salesianos.

En el informe de UNHCR, the UN Refugee Agency and Office of the Prime Minister, Uganda se presentan números, pero además se comenta el invalorable trabajo de los hijos de Don Bosco. Ellos ponderan la educación. Por eso los salesianos de Palabek están agilizando la construcción de la escuela profesional. Toda forma de educación es bienvenida, desde el jardín de infantes hasta otros niveles y la especialización en algún oficio, en la agricultura, en la construcción, en las artes, en el magisterio.


Los invito (me invito) a contemplar la procedencia de las personas que tienen que abandonar su país huyendo de la guerra, del hambre, de la opresión (BREAKDOWN BY COUNTRY OF ORIGIN). Son nuestras hermanas y hermanos. Principalmente mujeres y niños.


Por: Hno. José Sobrero sdb