El Oratorio Don Bosco también quiso hacerse presente y acompañar a quienes menos oportunidades tienen durante el aislamiento social obligatorio.

 

Decretada por el presidente la suspensión de clases el domingo 15 de marzo, en el oratorio nos vimos obligados a modificar el normal funcionamiento de la obra y empezamos a pensar el modo de seguir acompañado a los destinatarios de la misma. Ante la consigna de las autoridades nacionales y provinciales de cuidar el aislamiento social, pensamos en tantas familias que dependen para vivir de lo que recaudan día a día haciendo “changas” o trabajando en la calle, en situaciones de trabajo no formal y precariedad laboral.

 

 

Fue así que valiéndose de los aportes recibidos de distintos entes (empresas, organizaciones, estado provincial, etc.), se procedió al armado de cajas con insumos alimenticios y educativos para familias de los chicos y chicas más vulnerables que asisten a la obra.

 

«No es este el tipo de trabajo que acostumbramos, pues nuestra acción educativo-pastoral se centra en recibir y acompañar a niños, niñas, adolescentes y jóvenes, y visitar las casas generando otros vínculos. No obstante, en la situación que estamos viviendo, creemos que acercarnos de este modo es una gran ayuda.»

 

La primera entrega pudo realizarse con mucha rapidez y sin inconvenientes. Actualmente, la presencia se encuentra en búsqueda de nuevos recursos para avanzar con una segunda entrega que involucre más familias.