Es el tema que reúne a los obispos del mundo desde hoy hasta el 28 de octubre.

 

El Papa Francisco inauguró hoy la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos cuyo tema son los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Lo hizo con una multitudinaria Celebración Eucarística en la plaza de San Pedro.

 

La homilía que dirigió el Sumo Pontífice a los Padres Sinodales y a la gente allí reunida inició con una invocación al Espíritu Santo, para que «nos ayude a recordar y revivir las palabras del Señor que hacían arder nuestro corazón. El ardor y la pasión evangélica que generan ardor y pasión por Jesús; memoria que puede despertar y renovar dentro de nosotros la capacidad de soñar y esperar.»

 


«Nuestros jóvenes serán capaces de profesía y visión en la medida en que nosotros, ahora adultos o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir los sueños y experiencias que llevamos en nuestro corazón.»


 

Pidiendo los dones de los sueños y la esperanza, el Papa exhortó a los Padres Sinodales a una adoptar en este Sínodo una actitud de dócil escucha de la voz del Espíritu, para ser memoria activa, viva y eficaz, capaces de ensanchar el corazón y discernir los caminos de Dios.

Además, el obispo de Roma insistió en la necesidad de «ampliar horizontes, dilatar el corazón y transformar aquellas estructuras que nos paralizan hoy, nos separan y nos alejan de los jóvenes». Así, dice Francisco, la población juvenil queda expuesta, huérfana de una comunidad de fe que los sostenga y de un horizonte con sentido y vida.

En este sentido, pidió a los sacerdotes trabajar para revertir situaciones de precariedad, exclusión y violencia, ponerse «a la escucha» y abandonar posiciones eticistas, elitistas y de autoreferencia.

 


«La esperanza nos desafía, nos conmueve y rompe el conformismo del siempre se ha hecho así. Nos pide que nos levantemos para mirar directamente los rostros de los jóvenes.»


 

 

 

Sobre las peticiones de la juventud, Francisco aseguró que son fruto de «muchas decisiones tomadas en el pasado». Hoy, dice, los chicos piden mayor compromiso, una dedicación creativa y una dinámica inteligente, entusiasta y llena de esperanza en la lucha contra todo lo que impida que sus vidas se desarrollen con dignidad.

«Y que no los dejemos solos.»

 

 


Bienvenida a los obispos de China Continental

Tras treinta años de negociaciones, China y la Santa Sede firmaron un acuerdo para que el Papa pueda designar obispos para las diócesis del país oriental, cuyos 12 millones de fieles católicos se encuentran divididos entre la Iglesia clandestina y la Iglesia «patriota». La primera permanece leal a la figura de Francisco mientras que la segunda depende del régimen comunista.

De esta manera, los monseñores Yan Xaoting y Guo Jincal se sumaron como invitados al Sínodo. Y el Sumo Pontífice los presentó ante toda la Asamblea.


 

 

Francisco finalizó su discurso con la cita al Papa Pablo VI en su Mensaje a los jóvenes al final del Concilio Vaticano II:

«Durante cuatro años la Iglesia ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para corresponder mejor al designio de su fundador, el gran Viviente, Cristo,  eternamente joven. Y al final de esta impresionante «reforma de vida», se dirige a vosotros: es para vosotros, jóvenes, sobre todo para vosotros,  que la Iglesia con su Concilio  acaba de encender  una luz, luz que alumbrará el porvenir, vuestro porvenir.” 

 

“Padres sinodales, la Iglesia los mira con confianza y amor.”


 

Fragmento de la homilía de la Misa Inaugural. Podés escucharla completa aquí: 

https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-10/sinodo-jovenes-2018-misa-apertura.html