El Día de la Mujer nos puede ayudar a repensarnos y comprometernos concretamente en la construcción de una sociedad integrada, que ame la diversidad y cultive el cuidado de  todas las personas.

En el patio salesiano coexisten realidades muy distintas: diferentes formas de ser, de pensar, de mirar la realidad y de animar. Es semillero de respeto y tolerancia, es oído atento y una palabra de aliento al pasar. Abre corazones y allí aprendemos a amar a todas las personas desde su libertad.

Así lo aprendió Macarena, de 21 años, que desde chica transitó los patios mendocinos. Esta animadora de la presencia salesiana de Rodeo del Medio hace un tiempo también eligió comprometerse con la igualdad de género, promoviendo el diálogo y el respeto. Y aunque muchas personas podrían pensar que nada tiene que ver una cosa con la otra, Maca asegura que en cada proceso Dios está presente y que el carisma salesiano la ayuda a dar pasos reales de compromiso social por los derechos de las mujeres.

«Confeccionar» una realidad más justa

Hace 164 años un grupo de trabajadoras textiles organizaba la primera huelga de mujeres con el fin de obtener mejoras laborales, en cambio, consiguieron represión y acallamiento. Desde allí las mujeres de todo el mundo continuaron un camino en la misma línea que ha dado fruto hasta nuestros días.

Hoy, al margen de los avances y de los derechos reconocidos, quedan muchas deudas por saldar. Una de ellas pertenece igualmente al rubro textil: la cuestión de los talles y las prendas, causa con la que Maca ha querido comprometerse

La ley de talles fue sancionada en nuestro país el 22 de noviembre de 2019. Establece la creación de un “Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria” (SUNITI) a partir de estudios antropométricos, garantiza un trato digno y equitativo a todas las consumidoras y pretende atacar trastornos vinculados con el autoestima y la alimentación, como la bulimia o la anorexia.

Sin embargo, la reglamentación no se hizo en el plazo estipulado de 180 días, el estudio antropométrico está frenado y la ley no consigue, después de casi un año y medio de su sanción, entrar en vigencia.

“Mi mamá se volvía loca porque ni a mi hermana ni a mí, ningún talle nos iba. Las dos sufrimos ese tema”, cuenta Macarena.

Ante esta realidad, decidió junto a su mejor amiga, “hacer algo que involucre a todas las mujeres”. Así nació el proyecto Ivarel, un emprendimiento que se propone innovar y dejar un mensaje: “En cualquier red social o medio de comunicación, la mujer se ve representada por un ideal que no es verdadero, porque invisibiliza los cuerpos reales”.

Según la encuesta 2020 de la ONG Anybody, sobre un total de 8025 personas (de las cuales, el 94,8% usa ropa de mujer), casi un 65% afirma tener problemas a la hora de encontrar ropa a su medida. Un 80% se topa siempre o casi siempre con el “talle único” y esto genera tristeza (44,7%) y lleva a cuestionar el propio cuerpo (46,9%), por no encajar con los estándares de producción.

“En conversación con Dios le pido que esta lucha siga, que siempre se haga su voluntad y que esto de que las chicas salgan tristes cada vez que vayan a comprar algo, en algún momento acabe. El talle único es el mayor problema.”

Dios y el patio

“En mi vida todo está relacionado, no puedo separar a Dios de todo lo demás. En la facu saben todos que soy católica”, cuenta Macarena con convicción. Y agrega:  “El centro de mi vida es Dios, todo es gracias a Él y quiero que esté para siempre en mi vida, no me da vergüenza decirlo”.

El patio le enseñó a escuchar, a leer la realidad de manera más profunda y a percibir las problemáticas de fondo en los diálogos cotidianos.

“Las chicas de los grupos se iban animando a hablar sobre las inseguridades con su cuerpo. Los varones… por ahí venía un animador con alguna actitud machista o conflictuado porque ‘le dije esto a una chica y se enojó’ o ‘creo que estuve mal’. Cuando ellos vienen a hacerme preguntas, rezo antes y digo: ‘Dios, ayudame a dar la palabra correcta’.

En ese sentido, Maca apuesta por la libertad de cada uno a la hora de expresarse en todos los temas.

“No quiero que conmigo se sientan juzgados o que piensen que hacen ‘preguntas tontas’. Está buenísimo que lo planteen y que se puedan abrir”.

 

Disfrutar, vivir y respetar

Sabemos que vivimos tiempos complejos. Según un informe de la Organización Mumalá, en los dos primeros meses de 2021 se cometieron 47 femicidios. Esto es, en promedio, el asesinato de una mujer cada 30 horas en Argentina.

Además de esta realidad, las mujeres enfrentan la tarea de formar parte en espacios muchas veces hostiles o que aprueban su participación desde un segundo plano. A veces, como Iglesia corremos el riesgo de integrar este último grupo.

Al respecto, Macarena expresa: “En ‘Don Bosco’ tenemos un pro: somos abiertos a un montón de cosas, podemos hablar de lo que sea con los Salesianos. Ellos aprenden de nosotras y nosotras de ellos. Eso es muy sano. En otros espacios eclesiales se nota que la mujer queda en segundo plano”.

Nos preguntamos entonces: ¿Tienen las mujeres un rol en la iglesia? Esta animadora responde así:

“Con las mujeres hemos hecho y seguimos haciendo las mil y una para que las situaciones injustas se terminen. La pregunta es: ¿Qué deberían hacer los hombres?

Quizás nuestro papel sería enseñar con respeto. Seguir educando a los varones y a la gente grande. Ellos no pueden permanecer separados, ajenos a lo que nos pasa. Si tenés tíos, abuelos, hermanos, hablar con todos. Charlar hasta con quien no conozcas, y siempre desde el respeto. Si contestás mal, es una lucha que no termina y es cansador.

Hay que integrarnos, ser un solo equipo y no dos bandos separados (mujeres y hombres). En el patio, hacemos todo juntos. Debemos complementarnos, aprender unos de otros, poder hablar de lo que sea.

Además sabemos que somos ejemplo de los chicos, te miran mucho y están re pendientes, de todo aprenden. Es muy importante que estemos firmes. Formamos chicos que son ciudadanos y cristianos, tampoco es una cuestión menor. Las personas que hemos sido animadas y somos animadores entendemos mucho eso”.

Este 8 de marzo, día internacional de la mujer, como Familia Salesiana de Argentina Norte renovamos nuestro compromiso por visibilizar y erradicar los diferentes tipos de violencia que sufren las mujeres, especialmente las jóvenes, en todos sus ámbitos. Soñamos con espacios libres de violencia, dignos de ser habitados por todas y todos.