Tras 55 años de sacerdocio, el salesiano murió mártir el pasado 15 de febrero en Burkina Faso, África.
El Padre Antonio César Fernández fue asesinado a balazos durante un ataque del terrorismo yihadista el viernes 15 de febrero de 2019 a las tres de la tarde. El salesiano se encontraba con otros dos consagrados togoneses de menor edad, que lograron escapar. Regresaban a su comunidad tras haber participado de la primera sesión del Capítulo Inspectorial de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO) cuando fueron interceptados.
Según el comunicado oficial emitido por AFO, el país africano de Burkina Faso padece una ola de violencia terrorista desde el año 2015, acrecentada en las últimas semanas, «tras la celebración de la V Conferencia de jefes de Estado del G5 del Sahel, en la que este país asumió la presidencia rotatoria.».
El P. Fernández tenía 72 años de edad, 55 como salesiano y 46 de sacerdote. Nacido en Pozoblanco, España, el 7 de julio de 1946, fue misionero en África desde 1982. Un tiempo antes de su muerte, dejó un video con su testimonio. En él, agradece a Dios por una vocación que lo sobrepasa y a los jóvenes, por haberle enseñado a ser salesiano.
Don Bosco, en su Testamento Espiritual, nos recordaba la génesis y el propósito del carisma salesiano, sus destinatarios principales (los niños pobres y abandonados), y finalizaba con la siguiente frase:
«Cuando suceda que un salesiano sucumba y deje de vivir trabajando por las almas, decid entonces que nuestra Congregación ha alcanzado un gran triunfo y sobre ella descenderán, copiosas, las bendiciones del cielo.»