Un análisis de la Iglesia actual -con sus fortalezas y debilidades- y el redireccionamiento de la mirada hacia una juventud que nos rompe los esquemas.

 

El pasado viernes 19 de octubre, Leonel Cánepa y Ariel Fresia (Salesianos de Don Bosco) presentaron sus libros más recientes en la Librería Don Bosco de la Ciudad de Córdoba. La charla fue, desde un principio, amena y duró dos horas. Estuvieron presentes jóvenes de la Residencia Universitaria Salesiana y clientes de la Librería.

El Hermano Ariel cuenta con una larga trayectoria en el ámbito educativo y de Pastoral Juvenil. Escribió «No siempre se hizo así», un llamado a reflexionar sobre la vida de la Iglesia y a repensar su rol (y el modo de ejercerlo) respecto de la evangelización de los jóvenes. Aunque podría armarse una biblioteca pura y exclusivamente de su autoría, en esta oportunidad nos presentó, vía Skype, su obra más reciente.

 

«Estar con los jóvenes es lo más desafiante que hacemos y nos encanta»

 

Así inició su disertación sobre propuestas pastorales actuales, las cuales -dijo- están hoy destinadas a los jóvenes. El propósito será «reflexionar sobre lo que hacemos» para dejar de mirar a la juventud como destinataria pasiva de un mensaje unilateral e inflexible.

 

En este sentido, el Hno. Fresia destacó que el Sínodo es «un aire fresco que abre las puertas de la Iglesia a los jóvenes» porque permitirá renovar la presencia joven en nuestras comunidades, para lo cual es indispensable «partir de las demandas juveniles». Recordó las palabras de Francisco en el Nº 24 de su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, donde el Pontífice invita a la comunidad a ser discípula y misionera, Iglesia en salida, a «primerear» como Jesús.

«Primerear significa bancar a los jóvenes y en muchos casos, hacerles lasegunda», afirmó el salesiano.

 


«Si queremos andar con los jóvenes hay que acompañar y discernir con ellos y no sobre ellos«


 

Sobre la Iglesia como institución, el Hermano Ariel propone un cambio radical. Lejos de la imagen de una iglesia formada por hombres santos y perfectos, admite que «no tenemos todo seguro» y que por ello debemos estar dispuestos a modificar la mirada, a cambiar la perspectiva cuando notamos que estamos fallando. Debemos diferenciarnos de las instituciones, que «viven en lo establecido, en lo permanente». Esto importa especialmente en una sociedad como la actual, en la que «cuando terminamos de hacer el diagnóstico, ya cambió la situación». Y tenemos que poder adaptarnos a ello.

 

 

«Que se escuche la voz de los jóvenes es algo inaudito en la Iglesia»

 

Acerca de como debería ser la praxis eclesial, el Hermano inició un diálogo con los presentes en torno a cuatro cosas que no pueden faltar:

  1. Fluidez y flexibilidad,
  2. Asumir el presente de los jóvenes como es y no como me gustaría que fuese,
  3. Planificación y articulación de la propuesta pastoral,
  4. Ser críticos con las propias instituciones.

 



 

Acto seguido, comenzó el taller de Leonel Cánepa, orientado a una de las temáticas de su libro «En busca de un sueño: Jóvenes, discernimiento y vocación».

 

La primera parte del taller consistió en buscar por internet «qué se dice de los jóvenes». De esta actividad surgieron dos grandes conclusiones:

1.Existe una problematización del joven, es decir, todo lo joven implica a su vez inestabilidad, inseguridad, temores, enredos, complicaciones, adolecer.

 

2. Hay una clara mirada adultocéntrica, lo que provoca que el discurso que trata temáticas juveniles esté alejado de la realidad, de los sentimientos y la cosmovisión joven.

 

Para comprender mejor esta idea, el salesiano mostró un video en el que se planteó la necesidad de haber escuchado «más de una historia» para luego poder escribir la propia a partir de aquello que nos representa.

 

 

Las conversaciones y discusiones que se dispararon durante este taller van en sintonía con lo expresado en los libros presentados, en el Instrumentum Laboris del Sínodo de Obispos y con lo que la Iglesia hoy quiere y necesita escuchar:

 

¿Qué dicen los jóvenes?