Salta. Del 26 al 30 de diciembre muchos chicos y chicas del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) de la casa Ángel Zerda y Ceferino Namuncurá compartieron días de misión en la localidad de Cobos, un pequeño pueblo cercano a la capital que abrió sus puertas y su corazón a todos los jóvenes misioneros.
“Fueron días de mucho calor y sacrificio, de arduo trabajo en equipo y alegría, de despedidas, encuentros y la innegable presencia de Dios en medio nuestro, en las personas que misionamos y nos misionaron».

Pese al cansancio, los oratorios, talleres, el bingo, el Pesebre viviente, fogón, show de talentos, las visitas a las casas y las adoraciones, permitieron a todos los jóvenes encontrarse con un Dios sencillo, cotidiano y humilde que no se cansó de sorprenderlos.


“Estábamos con muchas preguntas pero volvimos con una sola certeza: Dios nunca se deja ganar en generosidad, nunca deja de sorprendernos»

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