El 7 de octubre la presencia salesiana en Salta se hizo notar con fuerza. 12 000 personas llenaron el Estadio Delmi durante el sorteo del Gran Bingo Salesiano. 


 

Por primera vez, las casas de los Salesianos de Don Bosco en Salta se reunieron para organizar un bingo. La planificación comenzó a mitad de año y durante los últimos dos meses el trabajo se intensificó con la venta de los cartones.

 

«Se otorgaron tres cartones a cada educador de todos los sectores: Docentes, animadores, personal de maestranza, etc., como así también a los alumnos de la escuela (Ceferino Namuncurá) y el colegio (Ángel Zerda). En el caso del MJS, se entregó un solo cartón a cada animado, salvo en Catequesis que se animaron a vender dos», explicó uno de los coordinadores del MJS local, Nicolás Martínez.

 

Además, desde el Movimiento Juvenil Salesiano y el grupo «Jornada Matrimonial» se efectuaron ventas casa por casa, en los kioscos y en la plaza central de la Ciudad.

 

 

 

El bingo se sorteó el 7 de octubre en el Estadio Delmi, que vio colapsada su capacidad. Además de las 12 mil personas que ocuparon el interior del lugar, otras tantas se quedaron afuera, pendientes del sorteo. El grupo musical «Alma Joven», cuyos integrantes egresaron del Ángel Zerda en el año 2014, estuvo encargado de la animación del evento. Participó también el Centro de Formación Profesional (CFP) San José, que tuvo festejo doble por cumplir 3 años desde su apertura. Se formó así un espacio de integración e intercambio fraterno con los jóvenes del MJS, el sector escolar y parroquial.

 

 

Según se especificó desde las obras, el precio del cartón fue de $150 con tres combinaciones y los premios sumaban $ 450 000. El dinero recaudado se destinará, en el caso del Ángel Zerda, a la construcción de nuevos baños que permitan la co-educación.

En Salta, el Ángel Zerda es uno de los dos colegios que solo tiene oferta educativa para varones. La comunidad confía en la asistencia de la Auxiliadora y la colaboración de los salteños para que esta realidad se modifique. Además, se necesita pintar y cambiar el mobiliario de muchas aulas.

 

En el Ceferino, el dinero se utilizará para reconstruir el techo de la Vicaría y darle un nuevo color, ya que es casa de oración para mucha gente de barrio «el Milagro» y alrededores.