Ya sabemos que el tiempo transcurrido en la semana de Ejercicios Espirituales anuales es «un tiempo de Dios» para cada ejercitante. Por eso ese tiempo es preparado pacientemente, procurando un lugar adecuado, consiguiendo mucho silencio, buena comida, descanso reparador y un guía espiritual para sacar provecho de esta experiencia con Dios y con los hermanos.
Todas esas condiciones fueron creadas en la Visitaduría de Angola para las salesianas y los salesianos residentes en ese país africano.
Este año vivimos la misericordia a partir de la sabiduría del obispo Francisco de Sales, con la excelente orientación de uno de los especialistas salesianos más calificados a nivel mundial: el padre Morand Wirth.
Don Wirth es profesor en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, una persona de 79 años que nos trazó en una semana un itinerario lógico con los principales rasgos de la espiritualidad de San Francisco de Sales.
Gracias al Padre Morand estuvimos en el corazón de San Francisco de Sales sintetizado en la humildad, la confianza y la generosidad.
Descubrimos la genialidad del santo obispo de Ginebra!
Es preciso hacer todo por amor y nada por la fuerza!

De ahí que el edificio de nuestra espiritualidad está construido sobre la base de nuestra libertad.
Por eso no debería ser nada raro hoy volver al lenguaje de San Francisco de Sales, ese que hablaba y escribía con su vida, especialmente con las imágenes de la fe que él supo explicar magníficamente y los gestos de misericordia que sembró a cada paso.
Misericordia es bondad.

Y así fue el «tiempo de Dios» de los Ejercicios Espirituales anuales en esta tierra de Angola para continuar viviendo intensamente el Año de la Misericordia.

José Enrique Sobrero sdb