Queridos hermanos

En el reciente encuentro de secretarios inspectoriales, realizado en La Pisana, tuve oportunidad de conocer al secretario de la inspectoría de Eslovaquia. Es el P. Jozef Skala. A él se le pidió que diera una de las “Buenas Noches” durante el encuentro. Y allí nos habló de la inminente beatificación de un salesiano de su país, el P. TITUS ZEMAN que será incluido en el catálogo de los mártires el próximo sábado 30 en la ciudad de Bratislava.

Su vida es un fuerte testimonio de entrega y audacia por las vocaciones y eso es lo que le hizo padecer la prisión y la tortura, razón por la cual la Iglesia lo declara mártir. Creo que esta celebración puede renovar en nosotros:
– El deseo de seguir entregando nuestra vida al Señor.
– El entusiasmo por el cual nuestra pastoral siga siendo también pastoral vocacional.
– El fervor con que recemos por el aumento de las vocaciones salesianas poniendo también al nuevo Beato como intercesor.

La historia de Tito Zeman es un óptimo ejemplo de fidelidad a la causa de Don Bosco, en especial por el celo y el amor para salvar la vocación de los jóvenes Salesianos cuando en Eslovaquia se da la llegada al poder y la instauración del régimen comunista.
Tito Zeman, Salesiano esloveno, nació en una familia cristiana el 4 de enero de 1915 en Vajnory, cerca de Bratislava. Deseaba ser sacerdote desde la edad de 10 años; hizo sus estudios elementales y de bachillerato en las casas salesianas de Sastín, Hronský Beñadik y en Fristak u Holesova. En 1931 inició el noviciado y el 7 de marzo de 1948 emitió la profesión perpetua en el instituto Sagrado Cora- zón de Roma. Estudió teología en la Universidad Gregoriana de Roma y después en Chieri, empleando su tiempo libre en hacer apostolado en el Oratorio.

En Turín, el 23 de junio de 1940, alcanzó la meta tan deseada de la consagración sacerdotal, por la imposición de manos del cardenal Maurilio Fossati. El 4 de agosto de 1940, celebró su primea Misa en Vajnory.
La noche del 13 al 14 de abril de 1950 el régimen comunista prohibió en Checoslovaquia las órdenes religiosas, ocupó con sus milicianos las casas de los religiosos y de las religiosas, deportando a los consagrados y las consagradas a conventos transformados en verdaderos campos de concentración: en Eslovaquia esta noche dramática fue llamada «La noche de los bárbaros». Quiso la Providencia que aquella noche don Zeman se encontrase en la parroquia diocesana de Senkvice, evitando así el encarcelamiento. El joven Salesiano don Ernest Macák tuvo la idea de hacer pasar ilegalmente las fronteras checoslovacas-austríacas a los jóvenes clérigos, llevándolos a Turín a la casa madre de los Salesianos, donde habrían podido completar los estudios teológicos, ordenarse sacerdotes y reedificar espiritualmente, a la caída del comunismo que se esperaba rápida, la propia patria.

Zeman se encargó de llevar a cabo esta arriesgada empresa: comenzó a preparar el paso clandestino a través de la frontera entre Eslovenia y Austria y organizó dos expediciones con más de 30 jóvenes Salesianos. En la tercera expedición, en la que tomaron parte también algunos sacerdotes diocesanos perseguidos por el régimen, fue arrestado con la mayor parte de los componentes del grupo. Durante los diversos interrogatorios le pegaron y le rompieron algunos dientes. Cuando don Zeman experimentó la violencia en su propia persona y la vio en los hermanos Salesianos, tomó sobre sí toda la responsabilidad y se atribuyó la organización de la fuga al extranjero. Sobre este período, el mismo don Tito declaró: «Cuando me apresaron empezó mi Viacrucis. Desde el punto de vista psíquico y físico lo he vivido durante el encarcelamiento preliminar. En la práctica duró dos años… Vivía con el temor continuo de que en cualquier momento se abriera la puerta de mi celda y me llevasen fuera, al lugar de ejecución. Mire, por esto, todos mis cabellos se han vuelto blancos. Si vuelvo a las torturas inimaginables sufridas en los interrogatorios, te digo sinceramente que todavía me vienen escalofríos. Al pegarme y torturarme empleaban métodos inhumanos. Por ejemplo, llevaban un cubo lleno de porquería de cloaca, me metían en él la cabeza y la mantenían en él hasta que comenzaba a ahogarme. Me daban fuertes patadas en todo el cuerpo y me golpeaban con cualquier objeto. A raíz de uno de estos golpes, me quedé sordo durante varios días».

Tuvo un duro proceso en el que fue tachado de traidor a la patria y espía del Vaticano y el fiscal general pidió para él la pena de muerte. El 22 de febrero de 1952 fue condenado a «solo» 25 años de cárcel incondicional y marcado como «mukl», o sea, «hombre a eliminar». El 10 de marzo de 1964 salió de la prisión en libertad condicional, solo después de casi 13 años de reclusión y tras haber sido excluido de numerosas amnistías: su salud estaba seriamente quebrantada. Vivió con su hermano, trabajando de obrero en un almacén de productos textiles. Más tarde le permitieron trabajar de almacenista; ocupación que desempeñó hasta el fin de sus días.
Irremediablemente marcado ya por los sufrimientos padecidos en la cárcel. Murió cinco años después, el 8 de enero de 1969, rodeado de una gloriosa fama de martirio y de santidad. Vivió su cal- vario con gran espíritu de sacrificio y de ofrenda: «Aunque tuviese que perder la vida, no la consideraría malgastada, sabiendo que al menos uno de aquellos a los que he ayudado ha llegado a ser sacer- dote en mi lugar». La entrega, la osadía y el sacrificio llevados al máximo nivel por don Tito, durante las fugas clandestinas a través de las fronteras, muestran que se trata de un sacerdote que podemos definir como mártir por la salvación de las vocaciones. Encarcelado injustamente, torturado, condenado, en prisión por espacio de 13 años. Y después continuamente vigilado, e impedido de desarrollar plenamente su vocación sacerdotal y educativa, es un ejemplo y modelo de pastor, capaz de gastar y de dar la propia vida por aquellos jóvenes a los que, en el fondo de su corazón y también en la vida social, se les impide seguir a Cristo más de cerca. Su mensaje:
«Actúa siempre según el modelo de Don Bosco y los demás te seguirán», es también hoy, actual.

Oración
Dios omnipotente,
tú has llamado a don Tito Zeman
a seguir el carisma de san Juan Bosco. Bajo la protección de María Auxiliadora fue sacerdote y educador de la juventud. Vivió según tus mandamientos,
y fue conocido y estimado por la gente
por su carácter afable y la disponibilidad para con todos. Cuando los enemigos de la Iglesia
suprimieron los derechos humanos
y la libre manifestación de la fe, don Tito no se desanimó
y perseveró en el camino de la verdad. Por su fidelidad a la vocación salesiana y por su servicio generoso a la Iglesia fue encarcelado y torturado.
Resistió con audacia a los torturadores y por ello fue humillado y escarnecido. Lo sufrió todo con amor y por amor. Te suplicamos, Padre omnipotente, que glorifiques a tu siervo fiel
y nos concedas, por su intercesión, la gracia que te pedimos.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Podemos encontrar mayor información e imágenes en la siguiente página web: www.tituszeman.sk/es
En www.infoans.org o www.sdb.org podemos leer la carta que al respecto nos escribió recientemente Don Angel Fernández Artime, nuestro Rector Mayor.

Los saludo muy fraternalmente,

ANGEL AMAYA
Delegado de Comunicación Social