El barrio sanjuanino Malimán recibió a los Reyes Magos gracias a la organización y trabajo en equipo de las familias y el Movimiento Mallinista.
Jóvenes de Mallín en San Juan se sumaron al festejo de Reyes Magos en el barrio donde realizan su apostolado. La propuesta fue impulsada por una familia de la comunidad, que acompaña a los jóvenes animadores y lleva a cabo un merendero cada martes y jueves, al que también asistieron los mallinistas durante el tiempo de pandemia.
Los preparativos de reyes comenzaron con una semana de anticipación; a través de una campaña se recolectaron golosinas y más de 200 juguetes para niños de todas las edades.
“Hubo ayuda por parte de mucha gente: el grupo familiar, los chicos encargados del merendero y los vecinos se pusieron todo el equipo al hombro”, expresó Gonzalo, animador mallinista.
Las medidas preventivas de distanciamiento social hicieron necesario un cambio en la dinámica de la entrega. Los pequeños del barrio escribieron las cartas con sus deseos el 5 de enero y los reyes llegaron al día siguiente, repartiendo los regalos pedidos a más de 130 niños.
“Éramos 10 repartiendo -cuenta Gonzalo- pero habían muchas más almas y sonrisas que estaban detrás de todos esos juguetes, con su oración y colaboración concreta”.
Giovanna, también Mallinista, rescata la unidad barrial en la realización de esta actividad.
“Sabemos que la alegría de los chicos y chicas al recibir sus regalos es lo que nos motiva a seguir estando, a seguir presentes ante cualquier pronóstico desolador. Ellos, la sonrisa y sorpresa de cada niño y niña es lo que nos llena de esperanza para seguir transmitiendo el amor de un Dios que se encarna en lo pequeño y en la sencillez”.
Por otra parte, Mili, hija de la familia que organiza el merendero, define este momento como “trascendental”.
“Para nosotros esto marca un antes y un después. Se ve reflejado el compromiso y la solidaridad, ya que en un momento tan atípico demostramos que unidos podemos lograr mucho. Quiero agradecer a los grupos que nos apoyan muchísimo, como Mallín”.
Este tiempo nos atravesaron muchas dificultades. Los barrios, principalmente, se vieron afectados por la marginalidad, el desamparo educativo y sanitario, la precarización laboral y hasta la pérdida de trabajo. Los merenderos fueron y son una herramienta de unidad en estas comunidades barriales.
Ante esta situación, los mallinistas de San Juan aseguran:
“Como animadores nos sentimos muy afortunados de poder participar de estos espacios donde crecemos a partir de esa fuerza comunitaria que nos brindan todos los integrantes y organizadores de este espacio.
Guiados por nuestra Mamá Auxiliadora esperamos poder seguir siendo instrumentos de la alegría y misericordia de Dios para los que nos necesiten”.
Este artículo fue escrito gracias a la colaboración de Giovanna Pugliese y los jóvenes del Movimiento Mallinista de San Juan.