“Vos me hacés acordar a esa peli, ¡tenés que verla!”, fueron las palabras que llevaron a Andrés a mirar la película animada que lo emocionaría hasta las lágrimas y cuyas canciones iban a quedar grabadas no sólo en sus oídos de músico, sino también en el video subido a facebook que ya superó las 60 mil reproducciones.

Andrés Vilte es el nombre del folklorista tucumano de 32 años que recreó la escena final de la película Coco, junto a su abuela María Manuela Ibáñez de Soria, de 95, con quien vive hace 6 años.

“En diciembre de 2012 murió el hermano de mi abuela que vivía con ella, yo había estado enfermo y ella me dijo ‘venite a vivir conmigo, así me hacés compañía y de paso te curás’”.

De todas maneras, el hecho de estar siempre a una casa de distancia provocó que la relación entre nietos y abuela se mantuviera constantemente. Los hermanos Vilte son 5 en total: “Eran 5 cuotas, 5 uniformes. Y la abuela siempre estuvo muy presente -incluso en una época de crisis económica en que mi viejo quedó sin laburo- pero no sólo en lo material”.

Andrés recuerda su infancia alegre. Él y sus hermanos varones iban a colegios salesianos; las dos hermanas, aunque asistían al Colegio del Huerto, se integraron al grupo Mallín en su adolescencia.

Al regresar a casa después de clases, la abuela los hacía estudiar, ya que su vocación es la docencia: durante más de 20 años, fue maestra y directora de la escuela rural Dr. Manuel Estéves, en la localidad de Raco.

 

“Como también pertenecía a la Legión de María, en época de Navidad nos llevaba a cantar villancicos y hacer pesebres durante la novena del Niño Dios. Así, de a poco, la Virgen se iba haciendo presente en nuestras vidas”.

 

Los niños crecieron y Andrés se recibió de maestro en el Instituto Superior de Música de la UNT; paralelamente comenzó a estudiar en la Universidad Nacional. Hoy está a un paso de la tesis para obtener el título de Licenciado en Comunicación Social, trabaja como docente de música en los colegios salesianos General Belgrano y Tulio García Fernández y en el Colegio Santa Catalina, de las Hermanas Dominicas. Además, es productor cultural del Multimedio del Agro, llamado Suena a Campo.

Al regresar a casa, la “Bisa”, como le dicen por ser bisabuela, lo espera entusiasta. Sabe que por la semana está ocupado, pero también que el fin de semana la llevará a tomar un helado (que es lo que más le gusta) o van a cantar juntos algo. Mientras tanto, cuenta Andrés, su mamá es un pilar muy importante en la vida de la “Bisa”: “Mi abuela María Manuela es la mamá de mi mamá, que se llama María Teresa, y hace las veces de hija, secretaria, enfermera, empleada, aunque ya tiene 64 años.”

A él le hace muy feliz compartir momentos con su abuela, y de hecho, no es la primera vez que las redes sociales son testigos de ello. Los videos cantando y las fotos juntos son acaso una de las razones por las que sus amigos lo recordaron al ver “Coco”, última ganadora del Oscar a mejor película animada. Para Andrés, es importantísimo que su abuela se sienta acompañada. Sacarla a pasear o charlar con ella (también malcriarla) “es parte de devolverle a la Bisa todo lo que nos daba”.

 

“Es muy lindo vivir con los abuelos, tiene sus cosas hermosas y también tristes: ver que el tiempo avanza y se lleva los movimientos y los pensamientos, los recuerdos de esa persona”

 

La abuela María Manuela tiene demencia senil e ignora la increíble repercusión que tuvo en su último video con su nieto, pero recibe feliz las salutaciones que le llegan de los comentarios de desconocidos o las llamadas de amigos. Será homenajeada, además, en la Casa Histórica de Tucumán el próximo viernes 9 de marzo por su trayectoria como docente rural, junto a otras mujeres que sobresalieron en sus actividades profesionales, solidarias y de la vida.

“Esta es mi abuela, es tremenda y hace esas cosas”.