Resuena el lema sacerdotal de Don Bosco “Da mihi almas, caetera tolle” (Dame almas, llévate lo demás) ante la angustiante situación que están atravesando miles de familias de las provincias del NEA y el Litoral argentino, como consecuencia de lluvias e inundaciones, producto de la corriente de “El Niño”.
Casas inundadas, escuelas, capillas y albergues que funcionan como centros de evacuados, caminos cortados y miles de pérdidas materiales, son algunos de los efectos que estuvo provocando durante las últimos meses y semanas los fenómenos climáticos, tal como se reflejó en los diferentes medios locales y nacionales.
Ante este panorama, algunas obras salesianas, fieles al carisma de Don Bosco de trabajar por los más vulnerables, vienen abocados desde comienzo de año y sobre todo en el último mes, con propuestas solidarias para, al menos, brindar una contención en “lo urgente”.
“Tres veces fuimos hasta Puerto Vilelas a llevar donaciones que juntamos con los Exploradores”, contó Darío Ramírez, jefe del Batallón 100, en Fontana (Chaco). Vilelas es una localidad a orillas del río Paraná y forma parte del Gran Resistencia. “En torno al campamento regional de enero, vimos lo que estaba pasando cerca de nuestra ciudad y nos parecía una picardía no hacer nada, entonces decidimos hacer una convocatoria en la plaza central, pusimos música durante todo un día y juntamos agua, fideo, arroz y ropa”, detalló.
Como parte de las anécdotas con las que se encontraron, relató que “la primera vez fuimos a ciegas, sin conocer el lugar, nos mandamos y nos encontramos con la capilla Sagrado Corazón, que estaba toda inundada, la señora que nos atendió nos pidió disculpas porque nos recibía así, con agua en el templo”.
Los encargados de llevar la asistencia fueron de la etapa Baqueanos del Batallón, destacó que “y en una oportunidad llevamos donaciones que trajeron alumnos del colegio Ambrosio Olmos (Río Cuarto, Córdoba) que habían venido para la Semana Oratoriana”.
Por otro lado, como parte las lluvias que inundaron zonas del sur de Corrientes en abril pasado, alumnos del colegio salesiano San Rafael de Curuzú Cuatiá también realizaron una cruzada solidaria. “Recolectamos específicamente alimentos y pañales, y los que estuvieron coordinando la campaña fueron los alumnos de sexto año”, contó la rectora, María Mercedes Águila.
Para estas tareas, siempre es necesaria la sinergia y articulación con distintas instituciones, tanto públicas como privadas. En este caso, la docente señaló que “la entrega de las donaciones la canalizamos a través de `Manos Abiertas` que es un organismo que depende de la Municipalidad”. Estos elementos fueron destinados a las ciudades correntinas de Monte Caseros y Esquina.
Para esta última ciudad también se organizaron desde la capital provincial los alumnos del instituto Pío XI, quienes se abocaron a recolectar pañales, artículos de limpieza, agua minera, desinfectante.
En Santa Fe, miles de familias también estaban afectadas por la creciente de los ríos Salado y los afluentes del Paraná. En esta ciudad, el Centro de Salesianos Cooperadores y Caritas diocesana trabajan conjuntamente para ayudar a los más damnificados de la obra de Don Bosco.
“Por suerte el agua está bajando, pero la lluvia no nos da respiro”, contó al momento de esta nota Cristina Acevedo, salesiana cooperadora y docente. “En la zona costera estamos llevando mercaderías para los pibes, que se recolecta a través de los cooperadores, la comunidad y se entrega a Caritas”, indicó y agregó que “también desde el MJS se están organizando.
Para donaciones
En Santa Fe: Estanislao Zevallos 3333 (Santa Fe, Capital)
En Corrientes: Avenida Costanera General San Martín 1150 (Corrientes, Capital)
Don Bosco 1400 (Curuzú Cuatiá, Corrientes)
Por Juan Pablo Vallejos