En la ciudad de Corrientes, un proyecto deportivo y formativo ha ido creciendo con fuerza desde su creación en 2015. El Club Don Bosco Básquet, que surgió como una escuelita de mini básquet, hoy compite a la par de los clubes tradicionales de la ciudad. Pero más allá de sus logros en la cancha, el club se destaca por una misión mucho más profunda: formar personas basadas en los valores salesianos.

La historia del Club Don Bosco comenzó hace 9 años, cuando un grupo de profesores de educación física del Colegio Salesiano Pío XI de Corrientes decidió abrir un espacio deportivo inclusivo para los más pequeños. Según relata Mariano Bartolucci, uno de los fundadores y actual referente del club, «la idea surgió como un proyecto para los alumnos de la comunidad salesiana, con el objetivo de brindarles un espacio de contención y formación, inspirado en los valores de Don Bosco«.

Con el respaldo de la Obra Salesiana y el entusiasmo de alumnos y familias, la iniciativa creció rápidamente. Lo que comenzó con un puñado de niños de entre 4 y 12 años, pronto se expandió para incluir a chicos de toda la ciudad. Hoy, el club no solo cuenta con categorías de minibasquet, sino también con todas las categorías formativas (masculinas y femeninas); primera división (también masculina y femenina) y hasta grupos de veteranos y «mami básquet». 

Aunque actualmente el club solo ofrece básquetbol debido a limitaciones de espacio y horarios, aunque la perspectiva de crecimiento está siempre presente. Mariano destaca que, a pesar de las dificultades, Don Bosco Básquet sigue ofreciendo mucho más que deporte: «Nuestra meta es brindar una formación integral, dentro de un marco social con buenos valores y un estilo de vida saludable». La formación meramente deportiva se complementa con charlas y talleres a cargo de psicólogos, médicos y nutricionistas, así como jugadores profesionales que comparten sus experiencias con los chicos y chicas del Club. 

El Club Don Bosco entiende que el deporte es mucho más que una competencia; es una herramienta poderosa para acompañar a los jóvenes en su crecimiento personal. «El básquet no solo forma deportistas, forma personas», subraya el profe Mariano.

Desde sus inicios, el club ha estado estrechamente vinculado al mundo salesiano, y esto se refleja no solo en el nombre, sino también en el carisma que guía cada paso del Club. «Nacimos en el seno del Colegio Salesiano y, con orgullo, podemos decir que aún hoy mantenemos aquellos valores que nos inspiraron y nos distinguieron de los demás clubes», asegura Bartolucci. Muchos de los jóvenes que comenzaron como alumnos, hoy son protagonistas del club como jugadores, entrenadores, dirigentes o colaboradores, lo que demuestra el sentido de pertenencia y continuidad que caracteriza al proyecto.

A pesar de no contar con un espacio propio, el Club Don Bosco continúa creciendo y no deja de soñar. Uno de sus grandes anhelos es poder contar con sus propias instalaciones para ampliar la oferta deportiva y llegar a más personas en la comunidad. Sin embargo, Mariano afirma: “siempre mantendremos los valores y principios que nos marcaron el camino desde el primer día».

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