El Movimiento Laudato Si’ lanzó la petición «Planeta sano, gente sana» sobre biodiversidad y clima. Busca reunir más de 500.000 firmas para exigir un compromiso medioambiental concreto de los líderes mundiales.

Tenemos una oportunidad como ninguna otra. En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (COP15), que se celebrará en octubre, los líderes mundiales podrán establecer objetivos relevantes para proteger la creación. Y en noviembre, en la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), los países anunciarán sus planes para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

Antes de esas reuniones, es nuestra responsabilidad como católicos alzar la voz de los más vulnerables y abogar por ellos. Debemos actuar ahora.

El Movimiento Laudato Si’ reúne a alrededor de 700 organizaciones miembro y 9000 Animadores Laudato Si’ alrededor del mundo. En 2015, en el marco de la COP 21 que derivó en el Acuerdo de París, el entonces Movimiento Católico Mundial por el Clima (hoy, Movimiento Laudato Si’) propició una recolección de 900.000 firmas de la Petición Católica por el Clima que se entregaron a las autoridades de la cumbre.

En 2021, habrá dos cumbres en las que los líderes mundiales tendrán la posibilidad de actuar valientemente en favor del cuidado de la creación. En octubre, se realizará la COP 15 en China sobre biodiversidad y en noviembre, la COP 26 en Escocia sobre clima. Esta última contaría con la presencia del Papa Francisco, quien ha hecho un fuerte llamado al cuidado de la creación frente a la grave crisis socioambiental que vivimos.

Estas reuniones mundiales se producen en el marco de una pandemia mundial que ha agravado la pobreza y la desigualdad en todo el mundo.

Se necesitará una presión pública masiva para garantizar que los líderes no se dejen influenciar por los grupos de presión de las empresas que se preocupan por las ganancias por encima de las personas y el planeta.

Una forma poderosa de que los individuos y las instituciones puedan animar a los líderes mundiales a actuar con valentía en favor de la justicia climática y ecológica es reunir firmas para la petición sobre Biodiversidad y Clima ( Planeta Sano, Gente Sana) que se ha desarrollado con la aportación de muchos actores católicos de todo el mundo.

En Hispanoamérica y España, el Plan 100/50 que busca reunir 100.000 firmas en 50 días desde 1 de agosto al 19 de septiembre como primera fase. Para una segunda etapa, la participación masiva de parte de la comunidad católica de lengua española podría superar las 200.000 firmas.

La falta de concienciación sobre la importancia de la biodiversidad y su compleja relación con el clima son un importante obstáculo para generar el consenso social y la voluntad política necesarios. Sin embargo, esta crisis interconectada está afectando más negativamente a nuestros hermanos y hermanas más pobres del planeta, que son los que menos han hecho para provocarla. Pero ninguno de nosotros, ricos o pobres, es inmune.

Por eso, exigimos a los líderes mundiales y locales:

  • Reconocer explícitamente que el cambio climático inducido por los seres humanos y la biodiversidad forman parte de una misma crisis. Reconocer la necesidad de una acción ambiciosa, integrada y transformadora que responda tanto al clamor de la tierra como al de los pobres.
  • Cambiar urgentemente los compromisos nacionales y globales para limitar el calentamiento a 1,5 grados centígrados, con un nuevo objetivo global de conservación del 50% de las tierras y aguas y de restauración y gestión sostenible de todo el resto de las masas de tierra y agua para garantizar que no se pierda más biodiversidad.
  • Reconocer la deuda ecológica de las naciones de ingresos altos y reformar el sistema financiero, especialmente el FMI y los bancos de desarrollo, para que todos los países de ingresos bajos y medios puedan reiniciar economías que funcionen para todos los pueblos y el planeta.
  • Apoyar y reconocer los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales para asegurar la biodiversidad.