El día mundial de los océanos se presenta como una ocasión propicia para cuestionar nuestros hábitos poco amigables con el ambiente y modificar las prácticas que atentan contra la Creación.

“El océano: vida y medio de subsistencia” es el lema adoptado por la ONU para este día mundial de los océanos. Cada 8 de junio, se busca concientizar a la población internacional sobre la importancia que tienen los océanos para todas las especies, ya que producen al menos el 50% del oxígeno del planeta, albergan la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y absorben alrededor del 30% del dióxido de carbono producido por los humanos, amortiguando los impactos del calentamiento global.

Uno de los focos de atención en torno a este día está puesto en la contaminación plástica global de los océanos. La basura marina afecta a la diversidad biológica, porque los organismos se enredan en los residuos o los ingieren y esto los mata o imposibilita su reproducción. Según la fundación Suez, 260.000 toneladas de plástico flotan en los océanos.

Si no se recogen, clasifican y recuperan en tierra, los residuos plásticos terminan llegando, a través de las lluvias, a los ríos, a los mares y los océanos, donde se descomponen en microplásticos y perjudican a la biodiversidad marina en su conjunto. En Argentina se desechan 45.000 toneladas de residuos por día, de los cuales un gran porcentaje son plásticos descartables que no se reciclan, ni se biodegradan. Sorbetes, cucharitas, vasitos, bolsas, son partes de una larga lista de plásticos que están hechos para usarse por única vez y luego tirar a la basura.

“Los descartables duran un segundo en nuestras manos y siglos en el ambiente. Son muy difíciles de reciclar, se van desintegrando y esos microplásticos terminan en el océano y en toda la cadena”, afirma Máximo Mazzocco, fundador de Eco House y miembro de la Alianza por el Clima.

Todos para uno…

La cuestión de la generación de residuos plásticos nos conecta individual y comunitariamente con la problemática del océano, aunque no vivamos a la vuelta de uno. Esto dota de sentido dos aristas de la lucha por el cuidado de los océanos: por un lado la exigencia de políticas públicas para la mejora de los sistemas de gestión de los residuos que llevan adelante diversas asociaciones; y por otro, la búsqueda de reducción de consumo de plásticos descartables que podemos impulsar desde nuestra acción individual.

En este último sentido, es importante generar conciencia de uso responsable del plástico y fomentar un comportamiento sostenible. Casi la mitad de todo el plástico producido se utiliza para crear productos de un solo uso o que tienen una vida útil menor a los tres años.

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Por eso, como juventud eclesial que intenta poner en práctica la #LaudatoSi, sostenemos el desafío de repensar la cultura del descarte que tenemos tan arraigada y naturalizada. Queremos preguntarte:

¿Tenés consciencia de tu nivel de consumo de plásticos descartables y de un solo uso? ¿En cuánto tiempo tus compras cotidianas de cosas que contienen plástico se convierten en basura?

Te invitamos a conocer la iniciativa #ArgentinaNoDescarta y la página oficial de la ONU para este día: https://unworldoceansday.org/

Todo esto, se trata de dar pasos hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) N° 14: “Conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos” de cara al 2030.

 

 

Por: Julián Pablo Ajalla