Se trata de un trabajo en conjunto con el Grupo BBVA que busca fortalecer la integración y permanencia de jóvenes en contextos vulnerables dentro del sistema educativo.
Todas las personas nacemos en un contexto determinado, eso no va a definir lo que nos va a pasar en la vida, pero somos el resultado de lo que nos va pasando, ese contexto influye.
El programa Becas de Integración Educativa es un proyecto que lleva adelante desde 2007 la Parroquia San Juan Bosco y Santo Domingo Savio de Córdoba, en conjunto con el Grupo BBVA. El objetivo de la alianza es fortalecer la integración y la permanencia en el sistema educativo (nivel medio) de adolescentes de entre 12 y 19 años, cuyas familias poseen un nivel de ingresos bajo e insuficiente para sostener su educación.
En este sentido, uno de los mayores problemas que enfrenta la educación en América Latina en general y Argentina en particular es la desigualdad, íntimamente relacionada con la desnutrición, el trabajo infantil y la desarticulación familiar. Todas ellas son cuestiones que en la edad escolar llevan a un elevado y preocupante índice de deserción. La desigualdad además implica que aquellos niños pertenecientes a familias pobres que pueden asistir a la escuela, cuenten con menores recursos para su aprendizaje.
La educación entonces plantea un dilema. Por un lado, sirve como herramienta para la movilidad social ascendente y el logro de la equidad social; por otro, exige ciertos niveles de equidad social para que sea posible asegurar la calidad. Por tanto, se hace visible la necesidad de un cambio en los patrones de distribución del ingreso.
El Programa Becas de Integración pretende colaborar en la superación de este problema a partir del otorgamiento de una ayuda económica a jóvenes en situación de vulnerabilidad, para que estos puedan continuar con sus estudios. Además, asigna a cada estudiante un tutor o tutora, que se encarga de acompañarlo y colaborar con su desarrollo.
Mariel, es una de dichas tutoras, quien además trabaja como voluntaria en el área de apoyo escolar de la Parroquia de San Juan Bosco y Domingo Savio, ubicada en la ciudad de Córdoba-Argentina a la cual asisten niños y jóvenes principalmente de Villa El Tropezón. La propuesta de la tutoría llegó a ella a raíz de su trabajo, que le permitía mantener un contacto cercano con los chicos y sus necesidades.
Mariel cuenta que esta beca debe ser destinada a la compra de útiles, libros, fotocopias, así como también elementos de higiene personal, refrigerio y el pago de viáticos.
“Les ayuda y en muchos es un incentivo, para los más grandes sobre todo. A la mayoría las compras se las hace la madre, pero los más grandes se organizan solos con sus compras planifican, hacen cuentas y analizan”, comenta.
Este año, a causa de la pandemia y el aislamiento obligatorio, muchas familias se quedaron sin ingresos, al tiempo que niños y jóvenes dejaron de asistir al colegio, por tanto la beca se destinó principalmente a la compra de alimentos. En este sentido, significó un alivio para las familias que económicamente viven al día.
En cuanto al sostenimiento del estudio, el contexto de pandemia y aislamiento trajo grandes dificultades para la realización de tareas. Puesto que la mayoría de los chicos tienen un celular “viejito”, cada 2 o cada 4 personas, el internet apenas les llega y no manejan herramientas informáticas tales como Word, Excel o Google Drive.
En este sentido, Mariel recuerda que “Don Bosco aconsejaba que había que estar al lado de los jóvenes, poner la oreja, aconsejarlos, acompañarlos”.
Ella por su parte, como tutora, hizo y hace todo lo que está dentro de sus posibilidades para que estos chicos puedan continuar con sus estudios. Mantiene el contacto con las familias vía telefónica, permanece atenta a los plazos de la rendición de gastos, les facilita herramientas para que puedan realizar las tareas y los ayuda con ellas. Además, por su propia cuenta conversó con las autoridades del banco para que los chicos puedan conservar la beca, se tengan en cuenta sus posibilidades y poder adaptar los gastos al contexto actual. Esto habla de un compromiso y un amor excepcionales.
El Grupo BBVA, con el Programa Becas de Integración, así como también el Oratorio de la Parroquia de San Juan Bosco y Santo Domingo Savio cumplen un rol fundamental en la vida de muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes, ya que contribuyen a que estos puedan alcanzar un desarrollo integral.
La educación es un proceso que se construye. La familia es el primer lugar de amparo y contención, luego vienen las instituciones cercanas donde la principal es la escuela, la comunidad y finalmente el Estado, según el pedagogo Paulo Freire. Cuando la familia no otorga la protección y el cuidado necesarios, es sumamente oportuna y valiosa la intervención de otras instituciones, como la escuela, el oratorio o el Grupo BBVA.
Por eso seguimos apostando a la educación de nuestra juventud, para generar oportunidades, experiencias, un mundo más justo.