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Las actividades del verano dejaron muchas experiencias, aprendizajes y jóvenes motivados para este 2020. Durante marzo, algunos grupos juveniles habían comenzado a funcionar con normalidad y otros ya tenían sus primeros encuentros y convivencias.
Todo parecía listo y dispuesto para arrancar el año lectivo de la mejor manera. Pero apareció algo que nos sacudió, nos hizo replantear muchas cosas y nos enseñó la importancia del cuidado, la magnitud de nuestras acciones, la posibilidad de estar juntos aunque no físicamente, sino en espíritu y oración.
Los colegios estaban funcionando y debieron extremar sus cuidados. En el San José de Rosario, aplicaron el Sistema Preventivo 100%.
Un grupo de docentes de Física, Química y Biología, detectó la necesidad de proveer a la institución de alcohol en gel. Teniendo en cuenta que el total de personas que circulan por la obra supera las 2300, el Colegio puso en marcha la fabricación de más de 40 kg de alcohol en gel para abastecer las aulas y favorecer la higiene tanto en el personal como los alumnos. El proyecto se amplió con cartelería y la concientización de los docentes a los chicos sobre la importancia de cuidar la higiene. Sin embargo, aun no habían comunicados oficiales.
Todo cobró otra seriedad cuando se suspendió la totalidad de las actividades educativas, parroquiales y del MJS. Y tras el decreto gubernamental de la cuarentena obligatoria, nos vimos obligados a recurrir a nuestra creatividad para sentirnos un poco más cerca.
El alumnado comenzó a recibir online sus tareas diarias y los docentes siguieron trabajando desde sus casas.
Los salesianos en formación impulsaron una iniciativa que convocó a más 400 personas en dos días. El primer fin de semana con las iglesias cerradas, desde el posnoviciado Miguel Rúa se transmitió en vivo por Instagram una misa para jóvenes el sábado 21; al día siguiente, para ampliar la propuesta, se utilizó el canal de Youtube para la misa dominical.
Ambas transmisiones fueron hechas y anunciadas a través de las redes sociales oficiales de la Inspectoría Artémides Zatti. De la misma manera, se compartieron mensajes, adoraciones y momentos de oración desde el aspirantado y pre-noviciado, el posnoviciado y algunas de las casas salesianas.
Los jóvenes no dejaron de ser protagonistas y comenzaron a lanzar challenges y desafíos salesianos, para mantener vivo el espíritu y sentirse en comunidad. La diversidad de las propuestas fue impresionante: desde hacer un truco, enseñar a hacer algo, subir una foto con el oratorio o el batallón, compartir una frase significativa de la Biblia, descargar aplicaciones y desafiarse a jugar, entre otras tantas.
No faltan las videollamadas grupales para orar, celebrar la Palabra o simplemente, compartir unos mates virtuales.
Desde ARN, apostamos a este protagonismo juvenil en las redes, y ponemos a disposición los recursos necesarios para perseverar en la oración y unirnos en comunión. Estamos dando difusión a las diversas propuestas y alentando la participación en las misas y adoraciones.
Además, queremos aprovechar este tiempo para cultivar la intimidad con Dios, mediante una oración guiada que comienza a subirse esta semana, cada tres o cuatro días, y que se titula “Un ratito con Jesús”.