Los grupos del Movimiento Juvenil Salesiano del Don Bosco de San Juan hicieron fiesta para celebrar el inicio formal de las actividades. Aunque ya habían comenzado con las tareas de apostolado, la “apertura” del MJS se vivió tres semanas después de la Pascua, el sábado 21 de abril. Contó con la presencia de alrededor de 100 animadores y más de 500 chicos.

 

El patio del Don Bosco volvió a teñirse de colores para recibir a unos 500 niños y jóvenes, cuyas edades rondan entre los 3 y los 18 años. La apertura del MJS se ha convertido en tradición sanjuanina y hace más de tres años sigue un cronograma más o menos establecido:

La tarde comienza a pleno con los rayos de sol que impactan directamente sobre las canchas. El Circo Saltimbanqui ingresa a aquel patio a mostrar todas sus acrobacias y piruetas, dando inicio a la fiesta oratoriana.

Los juegos convocan a todos, desde los más pequeños, hasta los animadores con más años en el oficio. Chicos y grandes comparten carreras, canciones, pelotas y sonrisas.

 

 

El momento de la merienda se hace, se construye a todo pulmón. Cuando las donaciones escasean, son los mismos animadores quienes comienzan a juntar, de a poco, budines, galletas, sánguches y papas. El jugo, o el té o el chocolate acompañan. Se come lo que hay. Se da gracias y se disfruta.

 

 

Este año, la apertura del MJS tuvo un tinte especial, y es que contó con la presencia del Padre Inspector Gabriel Romero (SDB), quien presidió la Eucaristía en la capilla del colegio para cerrar la tarde.

Desde 2018, el horario de la tradicional misa de las 20, se adelantó una hora. El objetivo es que se convierta en una misa que reúna a la comunidad con los jóvenes del movimiento.

Mallín, los oratorios, los Exploradores, Infancia Misionera, los “Scouts de Don Bosco”, el GES y, desde ahora, el Circo, compartirán la Misa Joven los sábados, al concluir sus apostolados.