Buenos Aires. Del 24 al 26 de junio se realizó la Consulta-Taller del SEPSUR (Secretariado Pastoral del Sur) en la casa inspectorial de ARS ( Argentina Región Sur).
El SEPSUR está conformado por los Coordinadores/Delegados de Pastoral Juvenil de todas las inspectorías de las HMA (Hijas de María Auxiliadora) y los SDB (Salesianos de Don Bosco) de los países de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
El Secretariado Pastoral del Sur elige una temática para trabajar durante tres años, profundizando en la reflexión a través de una metodología que permita su abordaje desde una perspectiva experiencial y participativa. Durante el 2013-2015, salesianos y salesianas discernieron el tema “Significatividad evangélica de nuestra actual praxis pastoral. Revisión de enfoques y metodologías desde una perspectiva socio-política y carismática.” Al finalizar el trabajo se realiza un subsidio el cual se entrega a las diferentes casas salesianas del cono sur. En este último trienio se optó por trabajar un año más con dicha temática para poder seguir profundizándola.
Durante todo el trienio, una vez por año los Delegados de Pastoral invitan a laicos de sus inspectorías para realizar una consulta sobre el trabajo que vienen realizando. Desde nuestra inspectoría los participantes del trabajo de estos cuatro años fueron: el P. Julio Boffelli (Delegado de Pastoral Juvenil 2013-2015), el Hno. Fernando Saade (actual delegado de Pastoral Juvenil), y los laicos: Alejandra Mosna (Corrientes), Alberto Arocena (San Antonio de Padua, Cdba.), Nicolás Fagnani (San Nicolás) y Matías Coronel (San José, Rosario).
Me pidieron que cuente mi experiencia durante este trabajo. Para mí fue un ir creciendo junto al SePSur ya que en el 2013 comencé mi carrera universitaria (Psicología) viviendo en una nueva ciudad (Rosario –siendo oriundo de Concepción del Uruguay-). Desde el SEPSUR hemos tomado como opción reafirmar en cada uno de nosotros el deseo de transitar juntos: jóvenes y adultos, laicos y consagrados, estas nuevas búsquedas de resignificación de nuestras actuales prácticas pastorales, a la luz del evangelio. Este espacio fue una verdadera experiencia de diversidad, respeto y participación comprometida. Fue un trabajo con gran apertura al diálogo y reflexión colectiva, que se nutrió del intercambio de culturas y miradas intergeneracionales.
Por Matías Coronel