El 27 de mayo finalizó la Primera Escuela para Delegados Inspectoriales de la Pastoral Juvenil Salesiana. Participaron 53 salesianos de 48 Inspectorías, lo que representa a un grupo de 5 personas de cada una de las regiones en las que la Congregación se divide en el mundo.
La formación fue dirigida especialmente a los delegados Inspectoriales de Pastoral Juvenil que están en el cargo uno o dos años, y también a los Salesianos que se están preparando para asumir esta responsabilidad en sus propias Inspectorías. No fue una iniciativa impuesta, sino más bien, es una respuesta del Dicasterio de la Pastoral Juvenil a una solicitud que se estaba volviendo más insistente por parte de las Inspectorías.
La escuela ha sido preparada por el Dicasterio con los siguientes objetivos:
Promover en los Delegados una visión profunda de los elementos fundamentales del Patrimonio salesiano relacionado con el servicio de animación pastoral, de acuerdo con el “Cuadro de referencia” para la Pastoral Juvenil Salesiana.
Proporcionar a los Delegados, habilidades apropiadas para la animación, gestión y coordinación en el campo educativo-pastoral al servicio de las personas, grupos y de la Comunidad Educativa Pastoral.
Fomentar el crecimiento personal del Delegado.
La escuela proporcionó un sistema de formación modular, organizado en torno a tres áreas principales: el conocimiento requerido, la experiencia práctica (“know-how”), los aspectos relativos a la persona del Delegado. Ha sido significativa la presencia de los expositores de diversos lugares y con diversas experiencias, y sobre todo, la vivencia de un clima fraterno y de diversidad.
La evaluación final mostró el aprecio general de este encuentro formativo. Se ha pedido dedicar más tiempo al estudio personal, la formación en el campo de la planificación pastoral, con referencia a la preparación de la POI (Plan Orgánica Inspectorial) y el PEPSI (Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial).
Se hizo hincapié en la importancia de tratar la relación entre el delegado de la Pastoral Juvenil, el Inspector y su consejo y con las comunidades salesianas locales dedicadas a la animación.
También se apreció la profundización sobre las “habilidades personales” del delegado Inspectorial: el cuidado del tiempo personal para el estudio de los documentos, la vida de oración. Se ha pedido fortalecer aún más el estudio de las dinámicas relacionales y psicológicos relacionados al delicado papel del Delegado.
A pesar de las solicitudes en tal sentido, no significa convertir esta escuela en una formación permanente que un participante puede asistir varias veces en la vida. Hacia el final del período de seis años en curso (2014-2020), sin embargo, el Departamento tiene previsto organizar una segunda edición.
Por último, hay que mencionar que esta escuela entra en el camino que la Congregación Salesiana ha trazado con el CG27 para facilitar la disponibilidad a la proyección y a la planificación, para que de esta manera, la Pastoral Juvenil se convierta realmente en una profecía (CG 27, nn.70ss).
Fuente: ANS