El domingo 2 de febrero, el Hno. Esteban Cano Vasco hizo sus votos perpetuos en una emotiva ceremonia celebrada en el Santuario María Auxiliadora de Rodeo del Medio, Mendoza. Acompañado por sus seres queridos y sus hermanos salesianos, Esteban reafirmó su entrega al servicio de Dios y de los jóvenes más vulnerables. La celebración fue presidida por el P. Inspector, Horacio Barbieri.

Esteban nos compartió sobre lo que significó para él este momento tan especial: “La Profesión Perpetua ha sido un momento hermoso. Ha sido el cénit de un camino de discernimiento y acompañamiento vocacional. Ha sido el encuentro con el Señor que ha llamado y del discípulo que responde. Un llamado de amor, básicamente”. Para él, este fue un proceso profundo que no solo significó una respuesta, sino un encuentro cara a cara con Dios.

En sus palabras, la Profesión Perpetua se transformó en el dejarse abrazar por un Dios que salva y transfigura. Para Esteban, esta vocación ha sido más que una decisión: “La profesión perpetua es lo más alto del enamoramiento, porque he encontrado a Aquel con quien he decidido pasar el resto de la vida.”

En cuanto a su llamado salesiano, destacó que ser un salesiano perpetuo significa entrar en un proyecto divino, un estilo de vida que ha elegido porque “deseo dejarme amar más por Dios, compartir con mis hermanos alegrías y pesares, y acompañar a los jóvenes a descubrir cuál es el plan que Dios tiene para cada uno de ellos.” Es en este caminar, según Esteban, donde encuentra su propósito más profundo y su entrega más sincera.

Damos gracias por la vocación de Esteban y pedimos a Dios que lo guíe siempre en su misión de servicio.