Concluido el año para la reflexión de Laudato Si’, es tiempo de ponernos en acción. ¿Te animás a convertirte en agente de cambio por nuestra Casa Común?

El Papa Francisco decretó el 24 de mayo de 2020 un año en torno a su encíclica Laudato Si’ -que en ese momento cumplía 5 años-, para rezar, reflexionar y actuar por el cuidado de la Creación.  Invitó a «todas las personas de buena voluntad» a «cuidar de nuestra Casa Común y de nuestros hermanos y hermanas más frágiles”. Un año después, ¿qué sigue? ¿podemos olvidarnos del clamor de la Tierra y los pobres?

La opción que hoy hacemos es seguir cultivando la cultura del cuidado, fomentando los espacios de formación, reflexión y debate, llamando a la acción por el planeta. Laudato Si’ es una guía desde nuestra espiritualidad para adoptar nuevos paradigmas: un mundo justo, pacífico y sostenible en el que reconocernos hermanos, hijos del mismo Padre, herederos de una tierra que necesita de nuestra conversión ecológica.

«La urgencia de la situación requiere respuestas inmediatas, holísticas y unificadas en todos los niveles: local, regional, nacional e internacional», explica el Dicasterio para el servicio del Desarrollo Humano Integral en su página web. Y es que todo está conectado. Las diferentes crisis que hoy podemos identificar no son más que manifestaciones de una crisis mayor que es espiritual y cultural.

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Objetivos de Laudato Si’

En vistas a buscar una solución integral para el clamor de la Tierra y los pobres, heridos por la explotación y luego la indiferencia, los objetivos Laudato Si’ se presentan como una forma de medir cuánto estamos haciendo para reparar y reconstruir, en clave de una Ecología Integral.

1. Respuesta al clamor la tierra

Una utilización mayor de energía limpia y renovable y reducción de combustibles fósiles para lograr la neutralidad de carbono, proteger y promover la biodiversidad, garantizar el acceso al agua potable para todos, etc.

2. Respuesta al clamor de los pobres

Defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte y de todas las formas de vida sobre la tierra, con especial atención a los grupos vulnerables, como las comunidades indígenas, los migrantes, los niños en riesgo de esclavitud, etc.

3. Una economía ecológica

Producción sostenible, comercio justo, consumo ético, inversiones éticas, desinversiones en combustibles fósiles y en cualquier actividad que cause daño al planeta y a las personas e inversiones en energía renovable.

4. Adopción de estilos de vida sencilla

Sobriedad en el uso de los recursos y de la energía, evitando los plásticos desechables, adoptando dietas más vegetarianas y reduciendo el consumo de carne, utilizando más el transporte público, evitando transportes contaminantes…

5. Educación ecológica

Replanteo y reformulación de los programas educacionales y reformar las instituciones en el espíritu de la ecología integral con el fin de crear conciencia e impulsar acciones concretas, promoviendo la vocación ecológica de los jóvenes, de los maestros y de los líderes en materia de educación.

6. Espiritualidad ecológica

Recuperar una visión religiosa de la creación de Dios, estimular el contacto con el mundo natural con espíritu de admiración, alabanza, gozo y gratitud, promover celebraciones litúrgicas centradas en la creación, elaborar enfoques ecológicos de catequesis, oración, retiros y formación.

7. Empeño comunitario y participación activa

Hacer hincapié en el cuidado de la creación a nivel local, regional, nacional e internacional, promoviendo campañas promocionales y populares,
alentando el arraigo en el territorio y en los ecosistemas locales.

Terminó el año Laudato Si’ y seguramente no hemos cumplido plenamente estos objetivos, porque se trata de un proceso reparador que requiere un compromiso en el tiempo. En principio, se proponen itinerarios pensados en siete años. Así lo dispone la nueva plataforma de acción Laudato Si’, creada a fin de impulsar proyectos que nos involucren y conecten para construir juntos un futuro mejor. Esta iniciativa, llevada a cabo por más de 150 organizaciones y personas en todo el mundo, invita a pensar en acciones locales que interconectadas, contribuyan para un cambio global.

¡Vos también podés registrarte y convertirte en agente de cambio!

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