Objetivo de este espacio

Este año nos acompañaron de modo especial tres verbos: agradecer, repensar y relanzar: creemos que los profetas que encontramos en la Biblia nos pueden ayudar en este sentido. Por eso, proponemos este espacio de retiro espiritual misionero, espacio motivador y sanador para quienes forman parte de la Familia Slesiana, misioneros y misioneras hoy. Pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a regenerar la propia fe en Jesús crucificado y resucitado, compartir las propias preguntas más profundas y las preocupaciones cotidianas, y discernir en profundidad con criterios evangélicos sobre la propia existencia y experiencia (EG, n. 77).

Nuestro propuesta:

a) Nos cuestionaremos el por qué hablar de los profetas en esta formación bíblica para misioneros y misioneras, la credibilidad de la fe profética hoy

b) Trataremos de responder quién es un profeta.

c) Finalmente intentaremos encontrar caminos que nos posibiliten a los misioneros y misioneras convertirse en profetas hoy.

Audio para la reflexión

por Hno. Juan Pablo Tobanelli sdb

A partir de Biblia podemos aprender sobre la misión que:

  • Dios mismo es misionero.
  • Jesucristo mismo es misionero.
  • La misión es el reflejo de Dios mismo.
  • La misión es vista “hasta el fin”.
  • La misión como el “corazón” de la Iglesia.
  • La misión como “recreación del mundo”.
  • La misión como “anuncio y testimonio”.
  • Verdaderos protagonistas de la misión: Jesucristo y el Espíritu Santo.
  • La misión: entre el anuncio del Evangelio y la edificación de la comunidad local.
  • Misión no es “conquistar” el mundo.

Para nosotros salesianos estos 150 años: 

Dar gracias: 

  • ¿Qué hace que cuando entramos a una casa que lleva el nombre de Don Bosco la sentimos “como nuestra”?  ¿Qué de parte de una casa salesiana “que no hayamos recibido” (1 Cor 4,7). Dar gracias a Dios y a Dios por San Juan Bosco. Somos parte de una historia, un legado. Sentirnos parte. 
  • Hacemos memoria. Memoria agradecida que nos lleva a “valorar la historia de [nuestra Familia Salesiana] como historia de salvación, a recordar a nuestros santos que inculturaron el Evangelio en la vida de nuestros pueblos, a recoger la rica tradición” (EG, n. 233). Memoria significa además que a nosotros aquí y ahora nos toca cuidar y custodiar esa historia que hace a nuestra identidad y pertenencia, a nuestras raíces. También la memoria es penitencial porque no siempre fuimos misioneros del Evangelio.   
  • Celebrar y festejar se vuelve expresión en nuestras casas y en la liturgia para que ello sea encuentro, casa abierta y “fuente de un renovado impulso donativo” (EG, n. 24).

Repensar:

  • Estos 150 años son oportunidad propicia para verificar el valor evangelizador de nuestras actividades educativos pastorales y no ser considerados sólo como ONG o sólo un servicio social, por eso, favorecer en cada miembro de nuestras casas la experiencia de fe y el encuentro personal con Jesucristo que hace descubrir la alegría de creer en Él y de misionar porque “la misión es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo” (EG, n. 268) que para nosotros salesianos son especialmente los jóvenes. “No hay verdadera evangelización si el nombre, la enseñanza, la vida, las promesas, el Reino, el misterio de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios, no se proclama” (EN, n. 22).
  • Repensar con “una opción misionera capaz de transformarlo todo” (EG, n. 27) “audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades” (EG, n. 33).
  • “Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide” (EG, n. 20): allí en lo que hacemos cotidianamente; para llegar a los que se alejaron de la fe; para llegar a quienes no conocen a Jesús o siempre lo han rechazado (ver EG. N. 14) Supone preguntarnos: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?” (LS, n. 160)

Relanzar: 

  • Porque el mandato misionero de Jesús (Mt 28, 19-20) nos pone en “estado permanente de misión” (EG, n. 25), en “los escenarios y desafíos siempre nuevos” que reclaman “esta nueva «salida» misionera” (EG, n. 20), “la dinámica del salir de sí, del caminar y sembrar siempre de nuevo, siempre más allá” (EG, n. 21). “Lo importante es no caminar solos, contar siempre con los hermanos” (EG, n. 33). 
  • Porque miramos y valoramos con esperanza el impacto y actualidad del carisma salesiano para seguir llegando a más jóvenes y quienes lo necesiten. 

Si damos fuerza y vida a estas tres palabras…

  • Seremos testigos de la Vida que nos trae Jesús (Jn 10,10) y de “una y muchas vidas” en medio de una sociedad o muy exitista o muy pesimista. Vivir estos 150 años nos hace preguntar: “¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?” (LS, n. 160).
  •  Estaremos haciendo “proceso” como nos pidió el Papa Francisco: “tener presente el horizonte, asumir procesos posibles y el camino largo” (EG, n. 225). Es, de otra manera adaptada o con otras palabras el “ver – juzgar- actuar” para encarnar mejor el Evangelio y el carisma salesiano.
  • Es organizar actividades en torno a los festejos: sí, pero sobre todo animarnos en la convicción de que todos los discípulos misioneros, que es una “dinámica vital” incluso para aquellos “misioneros sin barco” (Madeleine Delbrel).

¿Por qué hablar de los profetas en esta formación misionera bíblica? ¿Es creíble la fe profética hoy?¿es creíble frente al mundo de hoy?¿por qué leer y estudiar los profetas?

– En el Siglo XXI, donde parece que hemos aprendido tanto (Fratelli tutti, –FT- n° 10)… “¿qué más…? ¿para qué…?”

– En un tiempo “de inteligencia artificial” en el que parece que se nos dan “todas las respuestas” reemplazando desde el algoritmo “la fuerza de la palabra pronunciada por los labios humanos en la matriz del sufrimiento y la esperanza” (Walter Brueggemann).

– En un mundo de “libertad de expresión”, discursos, palabras… “posverdad”.

– En un mundo regido por una economía global que propone (o impone) un modelo cultural único (FT, n° 12).

– En un mundo con “tantas posibilidades”, derechos humanos “universalizables” (FT 22-24).

– En un mundo de pluralismo ético-religioso.

– ¿Qué voces son las más escuchadas en este mundo? “Quien dice qué cosa”

– ¿Sabemos escuchar o estamos aturdidos del “ruido ensordecedor de la tecnología” (Walter Brueggemann)?

– …y otros puntos.

Sombras (y luces) de un mundo cerrado (Cap. I de Fratelli tutti) y también sombras y luces de nuestra comunidad e Iglesia. Pero necesitamos caminar en esperanza. “En los contextos más difíciles han aflorado los profetas. Y éste es nuestro contexto más dificil” (Walter Brueggemann).

Profetas

Breve pensamiento: vivimos en tiempos de poca gratuidad y, incluso en las cosas de la fe, caemos en el “Messirve”: “hago esto para…esto otro para…” ¿por qué no estudiar y acercarnos a estos amigos de Dios y estudiarlos “por que sí”, porque Dios quiere hacer brotar la novedad a través de ellos?

Sirviéndonos de las Introducciones de las Biblias podemos decir:

  • No son “futurólogos”, debemos remover “imágenes” distorsionadas o parciales de su identidad y misión.
  • “Nabi”: “el llamado”, “el que anuncia”.
  • Es un mensajero y un intérprete de la palabra divina.
  • Portavoz, mensajero. Hablan “en lugar de” y a la vez como “instrumentos”
  • Sienten el mensaje tan parte de su vida: “concibieron la totalidad de su vida como una misión” (Gaudete et exsultate n. 23; “Tú misión en Cristo” nn. 19 24).
  • No sólo sus palabras, sino también sus acciones, su vida, todo es profecía.
  • Tienen la viva conciencia de no ser más que un instrumento, de que las palabras que comunica son y no son suyas a la vez.
  • Enviado al pueblo de Israel, pero su horizonte es más amplio.

El perfil de los profetas en la Biblia (P. Shaji Joseph Puyhunnel sdb)

  1. Personas de Dios (Dt 34,10)
  2. Mensajeros de la Alianza (Jer 31,3-34)
  3. Llenos del Espíritu Santo (Is 61,1)
  4. Testimonios y signos para el pueblo (Ez 3,16-21)
  5. Personas de la Palabra de Dios (Ez 3,1-4)
  6. Personas del presente (Is 1,1)
  7. Mensajeros de la presencia de Dios (Ez 48,35)
  8. Grandes visionarios (Num 24,3)
  9. Personas que cuestionan (Is 30,1-5)
  10. Personas de esperanza incondicionada (Os 11,1-9)

Luego de leer estas citas bíblicas, te invitamos a tomarte un tiempo y a la lñuza de la Palabra meditarla. Aquí podés seguir los pasos de la Lectio Divina.

Puede ayudar la siguiente consigna. 

En la situación concreta de tu misión, ¿cómo te podrás, con la ayuda de Dios y su gracia que debemos pedir, convertirte en un profeta de Dios para su pueblo? ¿En cuál o en cuáles aspectos debes crecer todavía? Tiempo de trabajo personal-compartir.

Oración para concluir 

Envíame sin temor, que estoy dispuesto.

No me dejes tiempo para inventar excusas,

ni permitas que intente negociar contigo.

Envíame, que estoy dispuesto.

Pon en mi camino gentes, tierras, historias,

vidas heridas y sedientas de ti.

No admitas un no por respuesta.

Envíame; a los míos y a los otros,

a los cercanos y a los extraños

a los que te conocen y a los que sólo te sueñan,

y pon en mis manos tu tacto que cura.

en mis labios tu palabra que seduce;

en mis acciones tu humanidad que salva;

en mi fe la certeza de tu evangelio.

Envíame, con tantos otros que, cada día,

convierten el mundo en milagro.

(José M.ª Rodríguez Olaizola, sj)