Las lluvias torrenciales, inundaciones y desbordes de ríos siguen azotando los departamentos del Perú, siendo la región norte la más perjudicada: Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad, con un total de 357, 841 afectados. Sin duda, una de las peores tragedias climáticas de los últimos 35 años.
Solo en la región norteña de Piura existen 225, 492 personas afectadas, entre ellos muchos estudiantes, educadores y colaboradores del Colegio Salesiano San Juan Bosco, quienes sufren en carne propia la inclemencia de la naturaleza. A raíz del desborde del rio Piura, el colegio sufrió una fuerte inundación que afectó sus instalaciones, por lo que nuevamente se reprogramó el inicio de las actividades escolares. El patio principal está lleno de agua y es casi imposible poder transitar. Los lugares cercanos también sufren daños e inundaciones, el acceso es complicado, inaccesible. La imagen de Don Bosco, que está ubicada en el parque se lleva su nombre, es testigo del drama que viven miles de personas que día a día luchan ante la dificultad. Las lluvias son cada vez más intensas, se espera que en los próximos días cesen. También el lodo y el barro se apoderaron del Oratorio Salesiano Juan Soñador de Piura, sufriendo daños materiales importantes. El padre Luis Carbajal y Pedro Da Silva llevan alegría y por medio de la oración, trasmiten tranquilidad y esperanza a los niños y jóvenes.
Ante estas adversidades, los Salesianos del Perú a través de la Fundación Don Bosco, con la ayuda y solidaridad de los amigos de la Familia Salesiana, se unieron para llevar ayuda los miles de damnificados. El apoyo llega de manera rápida y ordenada, principalmente para las obras más afectadas: oratorios salesianos y asentamientos humanos vulnerables.
Lo más preocupante son las secuelas educativas que dejará el Fenómeno del Niño en esta parte del norte del país. Según el diario Gestión, habrá 112 escuelas inhabilitadas, 45 escuelas colapsadas y 38 escuelas afectadas, donde lamentablemente se encuentra el Colegio Don Bosco de Piura.
Los más perjudicados son los niños y jóvenes quienes están expuestos a sufrir algunas enfermedades infecciosas.
Sin embargo, los jóvenes salesianos nunca dejan de sonreír y llevar un granito de alegría a los que más necesitan. La actitud con la que afrontan estos problemas es un gran mensaje de aliento, amor y solidaridad.
Fuente: ANS