La región del Chaco salteño es una de las más postergadas de nuestro país. Por eso, el trabajo permanente de la Iglesia en la zona nos permite conocerla en una de sus facetas más comprometidas con el Evangelio. Sumados a los esfuerzos de la Pastoral Aborigen y de la Parroquia «San Lorenzo mártir» de Morillo (departamento de Rivadavia, a casi 500 km al este de la capital salteña), del 1 al 8 de julio 40 animadores del Oratorio Salesiano del «Ángel Zerda» se trasladaron a esa localidad para compartir una intensa misión.
Juegos en un multitudinario oratorio, visitas a las casas, celebraciones, actividades masivas, campeonatos de fútbol y voley, y charlas de formación para jóvenes, fueron algunas de las actividades que ocuparon cada día con la alegría e infinita gratitud por la hospitalidad recibida.
“Uno de los momentos culmines de la misión fue la posibilidad de estar junto con algunas comunidades de la etnia wichi, compartiendo alguna tarde de oratorio y Bingo familiar”, comentó uno de los animadores.
No hubiera sido posible realizar esta tarea sin la generosa respuesta de la comunidad salesiana y de todos aquellos que ayudaron de mil maneras distintas en la previa para que el viaje dejara de ser un sueño y se volviera realidad. Por supuesto, el párroco del lugar, P. David Pintos, la gente del Centro «Tepeyac», dependiente de la Pastoral Aborigen, los chicos de los grupos juveniles de la Parroquia (la «Sociedad de la alegría» y la «Sociedad de María») y la comunidad religiosa de Los Blancos ocupan un lugar destacado en el agradecimiento y las oraciones.
Por Rene Guaymas