Córdoba. Hace algunos días estuvo visitando la casa Inspectorial el P. Filiberto González, Consejero Mundial de la Comunicación Social, quien reside actualmente en Roma y recorre el mundo asesorando y conociendo la realidad de la Comunicación Salesiana. Por este motivo no podíamos perder la oportunidad para charlar con el P. «Fili», de la materia que más le apasiona…
¿Cómo se plasma la comunicación dentro de la misión salesiana?
Primero hay que remitirnos a Don Bosco, para él siempre fueron inseparables la Evangelización, la Educación y la Comunicación, y en este último aspecto él siempre quiso estar cerca de los chicos. En aquel tiempo lo hacía a través de enciclopedias, libros, folletos etc. Don Bosco quería que todos conocieran a Jesucristo y le den gloria a Dios.
¿Ese concepto cómo se pone en práctica en la actualidad?
Lo que Don Bosco proponía sigue siendo muy actual. Nosotros como comunicadores buscamos que haya una presencia de evangelio, de respeto, educación, una sana convivencia y una comunicación que se base en la verdad y en el respeto.
¿En qué se han transformado las herramientas digitales que tenemos?
Las herramientas que hoy tenemos son “cultura” porque nos han cambiado el modo de relacionarnos entre nosotros, nos han cambiado el concepto de tiempo, de espacio, de consumo, de relación, de encuentro con el otro. Es más, nos han cambiado el modo de encontrarnos con Dios y la naturaleza, son una realidad. Son espacios sociales, culturales y también pastorales.
¿Y ese espacio digital/pastoral cómo se transforma en un espacio con criterios oratorianos?
Para hablar de pastoral, tenemos que remitirnos a Jesús el Buen Pastor, y Don Bosco lo toma de ahí y se transforma en un buen pastor, acompañando a todas las ovejas, buscando a la que se fue y amándolas a todas por igual. Y la pastoral en las redes sociales es tener como modelo a Jesús al estilo de Don Bosco. Es siempre estar acompañando, buscando y ofreciendo oportunidades de bien, que es el Sistema Preventivo y el Patio es el lugar donde Don Bosco lo practicaba.
En este sentido se busca jóvenes evangelizadores, educadores y comunicadores en el amor de Dios. Ellos son protagonistas.
¿Y cuál sería el rol de la familia?
Voy a hablar del rol de la familia donde yo encuentro papá, mamá, hermano y hermana. La familia es muy importante en la pastoral de jóvenes, porque es el primer lugar donde fuiste recibido, acogido y amado, desde ahí uno aprende a amar y promover lo que aprendiste en ese núcleo. Y ahí con desafíos y conflictos se va forjando una vida. Entonces la familia es el contexto primero, natural, dónde uno aprende a ser humano, a ser familia y la pastoral juvenil no puede olvidar que procedemos de ese espacio. Y donde uno aprende a confiar abriéndote paso en la vida es en la familia y con esa experiencia los jóvenes se integran a grupos de amigos y círculos más amplios de pastoral donde comparten la confianza que aprendió de papá, mamá, hermanos y la reciben también.
¿Y cómo se hace presente el patio salesiano?
En el Patio, Don Bosco les ofrecía a los jóvenes la oportunidad de comunicar-se, “yo me comunico”. El espacio deportivo era espacio de comunicación, porque uno se conoce en el deporte, tu carácter, tu temperamento, tu calidad de relaciones. Otros modos eran el teatro, la escritura, la música o los paseos y los campamentos, para que ellos interactuaran y tuvieran la posibilidad de encontrar-se con otros. Todo el mundo se centra hoy en los medios digitales de comunicación, pero no son los únicos, ni lo mejores, y hay que escribirlo con mayúscula. El principal y fundamental es la persona que va al encuentro “de”, que se abre y recibe a otros, como lo hacía Don Bosco. El momento de oración es un momento de comunicación con Dios, la palabra al oído también es un momento de comunicación, por eso el centro es salirse de sí mismo. Y bueno aclarar que los medios de comunicación siempre serán medios, porque la persona es el centro, la persona es la que comunica, no el medio.
Y como dice el Papa Francisco “la comunicación es el espacio del encuentro”, las personas se encuentran con respeto, en diálogo y en amistad.
Por Carlos Llorens