El pasado sábado 30 de diciembre, la ciudad de San Juan vivió un momento profundamente significativo con la ordenación sacerdotal del Diácono Hugo Sánchez.
La celebración fue presidida por Monseñor Alejandro Musolino, Obispo Auxiliar de Córdoba, quien estuvo acompañado por el Inspector P. Horacio Barbieri sdb y el director de la Casa Salesiana de San Juan, P. Andrés Peirone sdb. Familiares, amigos y hermanos salesianos se unieron para dar la bienvenida al nuevo sacerdote, compartiendo juntos la alegría de este paso tan importante en su vida.
Durante la homilía, Mons. Musolino dirigió unas conmovedoras palabras a Hugo y a la comunidad presente: «Tú no te amas a ti mismo más de lo que él te ama. El buen pastor nos acoge tal y como somos. Él es quien nos regala la oportunidad de imitar sus mismos sentimientos. Tener los mismos sentimientos de Cristo te llevará a estar en medio de ellos, del pueblo y de los jóvenes.»
Por su parte, el P. Horacio Barbieri destacó el significado especial de esta ordenación al señalar: «Los salesianos el año próximo conmemoramos los 150 años de la presencia salesiana en Argentina (…) el sueño hermoso de Don Bosco, que no es una ilusión, es un sueño que se ha construido con la ayuda de Dios, de María Auxiliadora y con la entrega generosa de personas que quieren ofrecer su vida a los demás en la Iglesia, en una comunidad Salesiana, como lo está haciendo hoy Hugo.»
En su discurso de agradecimiento, el recién ordenado Hugo Sánchez expresó conmovido: «Gracias enorme a Dios y a todos ustedes: familia, amigos y hermanos Salesianos (…) Dios me dio muchísimos regalos, uno fue estar acá. Yo me crié en estos patios, en estas aulas, aquí recé un montón, así que es muy significativo estar acá de vuelta.»
Finalmente, Hugo reafirmó su compromiso con el carisma de Don Bosco al declarar:
«No sé qué tiene Don Bosco, pero me atrae y no me puedo ir de Don Bosco. Así que a seguir con la misión que él nos dejó, a su estilo, a su modo y espiritualidad.»
Agradecemos a Dios por el don del sacerdocio de Hugo Sánchez y le pedimos que lo bendiga en su misión la Casa Salesiana de Santiago del Estero, donde seguirá sirviendo con dedicación y fe.