Proceso de Formación para la Vida Religiosa Salesiana
Vivir la vocación salesiana significa entrar en una historia en la cual se entrelazan la iniciativa de Dios y el proyecto humano. Es tomar parte en un diálogo de vida en el cual llamada y respuesta no son episodios de un momento, sino experiencia permanente del “seguimiento” de Jesús. Respecto a la formación salesiana y a las condiciones para asumirla personalmente, se realiza a través de un camino formativo que dura toda la vida.
La experiencia vocacional de Don Bosco – experiencia carismática y fundacional – testifica una actitud constante de atención a las mociones del Espíritu y de valiente y siempre renovada respuesta. Él se ha dejado formar por el Espíritu y ha seguido con docilidad sus impulsos. Se ha sentido llamado y desafiado por la realidad, sobre todo la de los jóvenes, y se ha dado todo por entero respondiendo en cada momento con creatividad.
Etapas formativas
ETAPAS
LUGAR
DURACIÓN
Aspirantado
Noviciado
Un año
Al finalizar el Noviciado se hace la Primera Profesión, como aspirante al presbiterado o como hermano coadjutor
Posnoviciado
Córdoba, Argentina
Formación Específica:
- Los aspirantes al presbiterado (TEOLOGADO)
Al finalizar los estudios de teología se recibe la Ordenación Diaconal y al año siguiente la Ordenación Sacerdotal.
- Los hermanos coadjutores (CRESCO)
Guatemala, Guatemala
Dos años.
Profesión Perpetua:
Generalmente, al iniciar el segundo año de estudios de teología, los aspirantes al presbiterado realizan la Profesión Perpetua.
Por su parte los hermanos coadjutores, realizan la Profesión Perpetua una vez que han finalizado los dos años de formación en Guatemala.
Contactos:
Delegado para la Formación: P. Carlos Romero (cromero@donbosco.org.ar)
Referente de la Pastoral Vocacional: P. David Martínez (davmartinez@donbosco.org.ar)
«Iluminado por la persona de Cristo y por su Evangelio, vivido según el espíritu de Don Bosco, el salesiano se compromete en un proceso de formación que dura toda la vida y respeta sus ritmos de maduración.
Vive la experiencia de los valores de la vocación salesiana en los diferentes momentos de su existencia,y acepta la ascesis que supone tal camino.
Con la ayuda de María, madre y maestra, se esfuerza por llegar a ser educador pastor de los jóvenes en la forma laical o sacerdotal que le es propia.» (de las Constituciones Salesianas, Artículo 98)