La decisión de Evelyn de comprometerse para siempre como Salesiana Cooperadora se hizo efectiva luego de 20 días de voluntariado en La Rioja. Esta es la misión de los cooperadores: seguir construyendo el Reino en el día a día.


 

Mi nombre es Evelyn Castagno Tourn, tengo 27 años, nací en Rosario provincia de Santa fe y pertenezco a la obra de Santo Domingo Savio y Vicaría Sagrado Corazón de mi ciudad.

 

En el mes de enero formé parte del grupo de voluntarios en la comunidad salesiana de La Rioja. Durante las 3 semanas que duró la experiencia fuimos compartiendo diferentes espacios de formación y tardes oratorianas con los jóvenes de las comunidades locales.

Sin dudas la experiencia del voluntariado es una propuesta y vivencia transformadora, el poder ponerse al servicio de la comunidad, vivir en clima de familia con los SDB y laicos, compartir el cotidiano, brindarnos auténticamente, estar en contacto con otras realidades, recibir tanto cariño y puertas abiertas son situaciones que transforman el corazón y reafirman la opción de dejar por un tiempo nuestros hogares y sitios para ponernos al servicio de otros jóvenes.

 

 

Desde hace tiempo vengo discerniendo el camino de los Salesianos cooperadores, y luego de dialogarlo y rezarlo decidí pedir hacer la promesa al finalizar el voluntariado junto a la comunidad riojana. En el pedido de la misma, solicitaba abrazar la promesa como Salesiana Cooperadora, comprometiéndome a seguir construyendo el Reino en cada espacio donde me toque desarrollarme, prestando principal atención a aquellas situaciones, personas y lugares donde más requieran poner el amor de Dios y la caridad que nos caracteriza como Salesianos, intentando obrar de buena fe,

fiel al evangelio y siguiendo las huellas de Don Bosco.

 

 

 

Después de haberla realizado el 31 de enero, en la fiesta de nuestro patrono, puedo afirmar que Dios tiene un modo silencioso de llevarnos a los lugares indicados cuando confiamos y lo dejamos obrar.

 


Todos los días previos me ayudaron a preparar el corazón y asegurarme que lo expresado al pedir dar este paso es la opción que quiero realizar en mi cotidiano como joven laica en los lugares donde me toque estar.


 

No me queda mas que agradecer al centro San Francisco de Sales al cual pertenezco y a toda la comunidad de la Rioja por acompañarme con tantos gestos y cariño en este paso tan importante, así como también invitar a todos los y las jóvenes que puedan preguntarse por su vocación animándose a dar un paso más.

 

 

Evelyn Castagno, Salesiana Cooperadora en Rosario.