Un joven nadador compitió en Termas de Río Hondo y llevó la medalla de oro al Centro Don Bosco de San Miguel de Tucumán.

 

Sebastián Soria Avilés nacido en CABA en el año 2003 y luego emigrado con su familia a Tucumán,  concurre desde los tres años al Centro Don Bosco. Actualmente, cursa el primer año en la escuela nocturna por sobre edad y es animador del Oratorio Festivo de los sábados en la plaza Don Bosco de San Miguel de Tucumán.

 

El joven empezó a nadar por primera vez en el Ateneo Salesiano hace 3 años, en la colonia de vacaciones. Viendo sus capacidades naturales para la natación, en 2018 se le ofreció ir periódicamente a una pileta con profesor. Un convenio deportivo con la obra salesiana, la Fundación Boreal y el Profesor Pablo Palacios dieron el puntapié inicial para sostener económicamente la práctica deportiva de Seba.

Con problemas familiares, altibajos y ausencias, llegó a mitad de año con poca práctica de natación y el abandono definitivo de la escuela secundaria. En agosto se le recomendó que haga natación regularmente o su presencia en el Centro Don Bosco corría riesgo.

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«Se veía su aptitud física pero su desmotivación era grande»,

afirman desde la casa salesiana.

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Luego de la palabrita al oído todo fue cambiando de a poco. Gracias al aporte de la Procura Salesiana se pudo pagar los pasajes de colectivo y darle continuidad al proyecto. Los avances en el agua fueron sorprendentes para sus educadores y el ritmo de natación de Sebastián no paró ni siquiera en enero.

En marzo del presente año, el profesor Pablo Palacios decidió llevarlo a competir a Termas de Río Hondo -Santiago del Estero- en aguas abiertas. Un donante le pagó la inscripción y el profe se hizo cargo del traslado.

 

«Todos pensamos que iba a ser una linda y enriquecedora experiencia solamente.

La sorpresa fue cuando volvió con el primer puesto en 1000 metros de aguas abiertas, un medallón de gran peso y una sonrisa de oreja a oreja.

¡Sebastián campeón de natación!

Compitió con otros 20 jóvenes del NOA y es todo un ejemplo y orgullo para el Centro Don Bosco y para todos los que apostaron por él.»