Franco Toffoli podría haber sido un estratega de la Edad Media o uno de los personajes de «Juegos de Tronos», cualquiera de estos trajes estaría hecho a su medida. Pero esto sería un problema. A él le gusta que el juego no termine tan rápido y que los jóvenes se diviertan y aprendan. Es un pensador con valores, un profesor que podría haber sido capturado por Dragones para cambiar las reglas de alguna misión. Y probablemente hubiera aceptado con gusto, pero dejándolo que también lo transforme en un juego de estrategia.
Pero como a Franco no se lo llevaron los Dragones, estudió en el Colegio San José de Rosario, es egresado del Profesorado de Filosofía Don Bosco y Salesiano Cooperador del Centro San Francisco de Sales. Imparte clases en el Colegio San José y en el Profesorado Don Bosco (entre otros) y hace tres años que es miembro del Consejo de Dirección del Boletín Salesiano. Y como si esto fuera poco, es el creador del juego de estrategia de guerra “Corona de Hierro” que es furor entre los aficionados de este tipo de juegos de mesa.
¿Cuándo comenzó esta pasión?
Desde siempre me gustaron los juegos de mesa. Jugaba mucho al TEG cuando era adolescente y cuando me cansaba le cambiaba las reglas hasta que quedaba un juego distinto. Me gustaba crear juegos y probarlos con mi hermano, pero recién hace 4 años comencé a tomármelo en serio cuando descubrí que en otros países se publicaban cientos de juegos muy buenos por año como el Catán (1995) o el Coup (2012)
Esta pasión tiene una gran industria
Sí, en EEUU y en Europa la industria de los juegos de mesa es muy grande. Se publican cerca de 800 juegos nuevos por año en el mundo y una gran mayoría son alemanes. El Catán, por ejemplo, lleva vendidos más de 20 millones de copias. Otros más clásicos como el Monopoly (1933) y el Risk (1959) también han sido un gran fenómeno comercial aunque en calidad de juego han sido ampliamente superados por los juegos más modernos.
¿Cómo es el proceso de publicación de este tipo de juegos?
Es muy similar a los libros. Hay Editoriales que se dedican a la publicación y venta de juegos de mesa. El autor de un juego de mesa suele vender los derechos de publicación a la Editorial que se encarga de producirlo y distribuirlo. Por eso en la actualidad los juegos llevan en la tapa el nombre del diseñador (como los libros el de su autor) Incluso hay premios a los mejores juegos de mesa publicados. En Argentina está el Premio Alfonso X que se entrega desde 2015. La primera edición ganó el Kinmo y este año ganó el Conejos en el Huerto, ambos de diseñadores argentinos.
Juegos digitales vs Juegos de mesa ¿Por qué subsisten éstos últimos?
En los últimos 15 años hubo un resurgir muy importante de los juegos de mesa. Yo no creo que compitan con los juegos digitales: son dos cosas distintas que se complementan. Los digitales son más fáciles de jugar y los tenés en cualquier momento, pero son solitarios. Los juegos de mesa requieren planificar un encuentro con amigos (o incluso con desconocidos como en los Clubes de Juego) y tomarte el tiempo para aprenderlo y jugarlo. Pero te aportan algo invaluable que es el encuentro cara a cara, la experiencia de encontrarse y compartir. Por mucho que avance la tecnología vamos a seguir siendo seres humanos y la experiencia de jugar cara a cara, sin la mediación de una pantalla, es irreemplazable.
¿Y cómo se dan éstos encuentros en Argentina?
Mirá, es lo que te decía antes. La gente tiene deseo de encontrarse con personas nuevas, hacer amigos y pasar un buen rato. A raíz de esto surgieron en la mayoría de las grandes ciudades los clubes de juegos de mesa: son organizaciones que se reúnen periódicamente en un centro cultural, una escuela o un bar y arman tardes o noches de juegos con entrada libre y generalmente gratuita. También hay grandes eventos anuales como el Encuentro Nacional de Juegos de mesa que se hace este año en Mendoza (18 y 19 de noviembre) o la Geek Out Fest que se hace en Buenos Aires en Mayo. Este año se hizo en el Centro Cultural Gral. San Martín y reunió a más de 2000 personas a jugar juegos de mesa, rol, wargames, hasta se hizo un juego masivo en el que participaron simultáneamente 80 personas (Vigilen los Cielos) En ese evento presenté mi juego “Corona de Hierro”: fue una experiencia increíble.
Hablemos de Corona de Hierro ¿Cómo nació esa idea? Me encantan los juegos de estrategia de guerra, quería hacer alga distitnto al TEG y en 2012, cuando leí la saga de Juego de Tronos, me dije: “tengo que hacer esto en un juego” Pero como no iba a poder publicarlo con esa marca entonces busqué una época histórica que se asemejara a la situación del libro y el siglo X en Italia encajó muy bien. Me gusta la historia así que leí bastante pero no hace falta saber para jugarlo. Luego fue cuestión de diseñar las mecánicas, testearlo, ver qué andaba mal, modificarlo, testearlo de nuevo y así muchísimas veces hasta que quedó como yo quería: eso me llevó varios años.
¿Cuáles son algunos de los ingredientes para crear un juego de mesa?
Para diseñar un juego hay que probarlo mucho y eso lleva tiempo y paciencia. También es muy importante la imaginación, pero lo fundamental es jugar muchos juegos y variados. Al igual que no se puede escribir sin haber leído mucho, no se puede diseñar un juego original sin conocer muchos juegos distintos. Jugando aprendés mecánicas nuevas, decubrís qué experiencias te gustan y cuáles no y podés definir qué es lo que querés diseñar. Si no tenés en claro ese norte no llegás a ningún lado.
Después hay un montón de cuestiones teóricas que es importante saber para evitar errores de diseño o identificarlos rápidamente cuando los cometés. Yo eso lo fui aprendiendo con el tiempo y gracias a la ayuda de diseñadores más experimentados como Juan Carballal (Imperios Milenarios) y Luis Marcantoni (Conejos en el Huerto) Ahora me toca a mi darle una mano a algunos diseñadores que recién arrancan.
¿Los jóvenes se enganchan con los juegos o pasa como con los libros de papel?
A los adolescentes en general les llama más la atención la actividad física o el mundo digital, pero muchos también se enganchan con los juegos de mesa, sobre todo si son juegos cortos, sencillos y con mucha interacción directa. Desde los 10 a los 18 se enganchan muchísimo con el “Shinobi” o el “No lo testeamos ni un poco” y también se copan mucho con el “Coup” (los tres son juegos de cartas que se consiguen en Argentina) El tema es que para que se den cuenta que les gusta ¡los tienen que probar! Por eso nosotros hacemos muchos talleres de juego. En Córdoba hicimos uno para todo el Colegio (EAS San Ambrosio) y se re coparon. Los juegos ayudan mucho al desarrollo de un montón de habilidades intelectuales y sociales. ¡Hay que animarse! (aunque tengo que advertirlo: después no hay vuelta atrás)
En algún lugar leí que el Monópoli era el juego más popular de la historía, cumplió 80 años. Coincidis? ¿Qué pensás del TEG?
Sí, el Monopoly es el juego más vendido de la historia (dejando de lado los clásicos como el Ajedrez o el Go). El tema es que es un juego largo y frustrante para la mayoría: en las dos primeras rondas el que hizo las mejores compras ya sabés que va a ganar. Las siguientes dos horas, el resto de los jugadores va perdiendo dinero y propiedades sin posibilidades de remontar hasta que uno a uno van quedando eliminados. Todos la pasan bien la primera media hora y todos menos uno sufren las restantes dos o tres horas: por eso muchas veces las partidas quedan inconclusas. Hoy diríamos que es un error de diseño pero bueno, fue creado en 1937 y en ese momento fue una gran innovación.
El TEG es una reimplementación del Risk y también tiene como problema principal la duración de las partidas (pueden superar las 5 horas si se juega de a 6) además también genera eliminación de jugadores lo cual es un problema porque el que se queda afuera la pasa mal. Los juegos modernos están diseñados para que las partidas duren un tiempo limitado: desde 10 min los más rápidos a 2 horas los más complejos (la duración por partida viene indicada en la caja). Y en general no tienen eliminación de jugadores. Además están pensados para que todos tengan alguna posibilidad de ganar hasta el final.
¿Para cuándo un juego de mesa de Don Bosco?
Está en carpeta (risas). Con unos amigos armamos Tëkun que es un estudio de diseño de juegos educativos. Nuestro primer diseño es “Bienaventurados”, un juego de cartas muy dinámico y divertido sobre los temas de la catequesis que saldrá pronto a la venta. En el Boletín del mes de agosto hay un juego de Don Bosco que diseñamos nosotros! Pero sí, tenemos muchas ganas de hacer uno, ya hicimos un par de intentos pero no nos terminan de convencer
¿Cuándo podremos jugar a Corona de Hierro en nuestros hogares?
Salió hace poco pero ya está en algunas tiendas de Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza, si no se consigue en tiendas on line. En general este tipo de juegos que son para adultos se consiguen en comiquerías o librerías más que en las jugueterías.
Por Carlos Llorens