Este sábado 21 de junio, la agrupación Mamá Margarita, junto a los jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano y estudiantes del colegio, y con el apoyo de la comunidad salesiana de Resistencia, cocinaron guiso de lentejas y lo compartieron a más de 200 porciones de comida con personas en situación de vulnerabilidad, en la plaza 25 de Mayo y en el Hospital Pediátrico de Resistencia.
Los jóvenes estuvieron acompañados por las actividades solidarias el P. Otto Kalenberg sdb y el director general de la casa salesiana, Antonio Pedone, los voluntarios ofrecieron una comida caliente a quienes más lo necesitan.
“Esta experiencia nos ayuda a motivar a otros a partir de gestos concretos de esperanza, que es lo que nos propone este año jubilar. Se trata de que la comunidad sea un signo de esperanza para aquellos que lo necesitan”, expresó el P. Otto.
Además, el P. Otto al ser consultado sobre qué le diría a los jóvenes para que se sumen a iniciativas como ésta los invitó a ir a contracorriente, a ser motivadores de sentido, a llevar esperanza a los demás. “Se trata de ponerle rostro concreto a la eucaristía, a ese banquete fraterno que se prolonga con la caridad”, concluyó.
Pedone recordó que esta iniciativa nació durante la pandemia, cuando las restricciones impedían los tradicionales oratorios sabatinos. “Como no podíamos salir, optamos por juntar la mercadería y llevarla a los chicos que frecuentaban nuestros oratorios”, explicó. Desde entonces, la ayuda no se detuvo: reparten bolsas de alimentos cada quince días y, cuando no alcanzan los insumos, cocinan para poder asistir a todos. “El último sábado entregamos 240 bolsines”, detalló, y explicó: “Empezamos a hacer comida porque lleva menos mercadería y así podemos darle a todos los que se acercan”.
También hizo un llamado a la colaboración de la comunidad: “Todas las manos nos vienen bien, ya sea de tiempo o de mercadería”, y subrayó el valor espiritual del gesto: “En el hermano está Jesús, y el rostro de Jesús se visibiliza en la gente que más necesita”.
Al cierre, ambos recordaron el evangelio de Lucas que se proclama en la solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor. “Jesús dijo ‘denles ustedes de comer’, y multiplicó los cinco panes y dos pescados gracias a la fe”, recordaron. “Eso es lo que tratamos de hacer: con la fe de todas las personas, multiplicar el pan para los que menos tienen y vivir un pequeño milagro cada día”.
Estos gestos solidarios expresan una fe que se vuelve acción, mostrando que acompañar a quienes más lo necesitan es un pilar de la propuesta educativa salesiana.