La Escuela de Basket Don Bosco en Corrientes viene dando pasos de integración humana y brindando otras alternativas educativas y deportivas a muchos chicos de la ciudad.
El juego, el aprovechamiento del tiempo libre y el encuentro con la naturaleza son pilares de la pedagogía y espiritualidad fundada por Don Bosco. El 6 de abril se conmemora el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, establecido por las Naciones Unidas con el objetivo de concienciar acerca del papel que las actividades físicas pueden desempeñar en la promoción de los derechos humanos y el desarrollo económico y social.
Con esta premisa, sueños y desafíos, comenzó hace seis años en Corrientes (Capital) la Escuela de Basket Don Bosco, primero como una extensión del Colegio Salesiano de nivel inicial y primario. Hoy es un espacio que, si bien funciona en las instalaciones de la institución, fue haciendo camino propio y con creces.
“Comenzamos el 8 de marzo de 2015 con este proyecto, junto al inicio de clases de ese año. Al principio éramos tres profes, Patricio, Vanesa y yo y luego se sumaron otros. Nos acompañan muchos padres y desde el comienzo tuvimos mucho apoyo de la institución”, recuerda agradecido, Mariano Bartolucci, el docente que estuvo entre los fundadores de la propuesta deportiva.
Como parte de ese génesis, destacó que “la idea del proyecto surgió en 2014, teniendo en cuenta que teníamos el espacio disponible para hacer algo productivo, que sea fructífero y en principio apuntado a darles una actividad extra escolar a los propios alumnos del colegio. Por eso, en el primer año estuvo apuntado exclusivamente a la comunidad salesiana”.
Un lugar para todos
Con el paso del tiempo, lograron abrir las puertas e integrar a chicas y chicos de otros colegios y clubes de la ciudad. En tal sentido, Bartolucci resaltó:
“Acá tratamos de incluir a todos los chicos, desde el primer momento tuvimos nenas, cuando en muchos clubes ya no las admitían. Ahora se está dando una apertura más general, pero nosotros desde el primer día convocamos a chicas y chicos”.
Paralelamente comentó que “también por las edades, varios chicos que por cuestiones escolares o de salud quedan fuera de otros clubes, nosotros los recibimos, los sumamos, tratamos de estar con ellos y acompañarlos en lo que necesiten. Es algo que nos distingue y es muy valorado por los padres y los directivos de la Obra”.
¿Por qué el basket?
Desde hace casi dos décadas este deporte cobró relevancia en la provincia de Corrientes, actualmente con tres clubes en la Liga Nacional, y esto tiene una fuerte incidencia social, con muchos chicos que se suman a la práctica del basket.
Un grupo de docentes de Educación Física aprovechó un patio salesiano para generar la propuesta y compartir esta disciplina.
“Vimos que podíamos hacer en el espacio que disponíamos, esta actividad que es tan linda y que congrega muchos chicos, hacerlo en nuestro ámbito”, comentó Mariano quien además es de ser exalumno, fue jugador de basket y es técnico, lo cual le posibilitó tener los contactos para que la Escuela Don Bosco forme parte de la categoría Minibasket de Corrientes.
Las huellas
Como parte del ADN salesiano, los profes que coordinan el Don Bosco Basket consideran fundamental el sentido de pertenencia al lugar.
Además valoran el acompañamiento de las mamás y papás. “Cada año que pasa se acostumbran a hacerlo de cerca, desde su rol, con el acompañamiento mutuo hacia los profes, la institución y hacia los chicos, ellos son los más importante en esta misión”, dice Mariano.
Por su parte Florencia, la mamá que coordina el grupo de tutores comenta:
“Comencé a venir hace cinco años, primero porque mis hijos querían venir a jugar, los traje para que prueben, les gustó y vi que se armó un lindo grupo y también entre los padres, que colaboramos en todo, les ayudamos mucho a la Escuela, a los chicos”.
Como el “vamos a medias” de Don Bosco y Don Rúa, resalta que “los profesores se encargan de entrenar y nosotros ayudamos con diferentes beneficios para comprar las camisetas, ayudar con los viajes para que todos los chicos puedan ir y también organizamos los cumpleaños”.
Con el compromiso integrador que esto implica, Florencia destaca que “además de las enseñanzas deportivas, la Escuela tiene formación salesiana, los valores como persona, el crecimiento en respeto, igualdad, solidaridad”.
La Escuela de Basket Don Bosco entrena en las instalaciones de los colegios Salesiano y Pío XI, y participan las siguientes categorías:
Pañales (5 y 6 años); Mosquitos (7 y 8); Pre Mini (9 y 10); Mini (11 y 12); U13 (13 años; U15 (14 y 15) y U17 hasta los 17 años.
En estos seis años participaron de diferentes partidos amistosos y competencias por diversas localidades del interior correntino.
“La decisión de caminar en grupo es ganar”, dicen los parodistas salesianos de Aristophanes (Uruguay) en su canción “Alguien va a escuchar”. Por ahí va la clave de la Escuela de Basket Don Bosco. Tras el primer año de pandemia, se animan a recomenzar con renovadas energías, tirando todos para adelante -con los cuidados respectivos-, sabiendo que el compartir, el paso a paso y así los logros, se hacen juntos, entre todos.
Por: Juan Pablo Vallejos