Román es exalumno del Colegio Don Bosco de Paraná y con 20 años está triunfando en el mundo del deporte. Familiero y perseverante como pocos, tiene muy claro el camino recorrido y el esfuerzo que implica cumplir el sueño de jugar al sóftbol profesional. En1erapersona charlamos con Román Godoy, un joven que sabe jugar con los desafíos.

¿El sóftbol fue un amor a primera vista?

No, mi carrera en el sóftbol comenzó a los 10 años. Empecé corriendo carreras en karting y como el presupuesto no nos daba comencé a jugar al fútbol y al sóftbol, pero poco a poco me fui inclinando por éste último en el Club Don Bosco.

Muchos deportistas coinciden que además del talento se necesita mucho trabajo y perseverancia

En mi vida se aplica un 100% esta afirmación, en el 2010 comenzamos un proceso para el campeonato mundial 2012 que se realizó en Paraná y nos dijeron que si queríamos ser campeones mundiales este deporte tenía que ser nuestra prioridad.
En mi caso yo he dejado de tener vacaciones en familia, me he perdido de muchos cumpleaños de mis padres, de mis tíos y de mi novia, esa es la consecuencia de cumplir un sueño. Este año por ejemplo estoy 4 meses en EEUU y uno en Europa.

Pero el sacrificio tuvo su recompensa al recibir el premio Olimpia de Plata

Si, fue una linda experiencia, ves muchos atletas que admiras cuando entrenas, pero no influyo mucho en mi vida, es un reconocimiento al esfuerzo diario.

¿Y cuándo el sóftbol pasó de ser un hobby a una carrera profesional?

(Risas) desde el momento en que me comenzaron a pagar por lo que me gusta hacer. Para el mundial en Cánada 2014 el técnico nos dijo a mí y a un compañero que nos iba a pagar porque éramos los pilares para ese mundial y además mi compañero necesitaba la plata.

Es importante destacar que el Colegio Don Bosco también me ayudó mucho ya que en los últimos tres años me dejaron faltar bastante a clase para que pueda desarrollarme en esta actividad. Hoy les puedo agradecer los frutos recibidos.

¿Recordás alguna dificultad que te hizo “recalcular” si estabas en el camino correcto?

Si, en el 2011 dieron una lista de quienes quedaban adentro de la selección juvenil y yo quede afuera. Eso fue un golpe duro pero no desistí, todo lo contrario, comencé a entrenar cada vez más porque mi sueño y mi objetivo era jugar un mundial y salir campeón.

¿Y cuánto juega la suerte?

Y la suerte para mí tiene que ver con las condiciones físicas de los jugadores. En mi caso tengo que entrenar mucho pero tengo compañeros que llegan con la mitad del entrenamiento. Eso te hace valorar más el esfuerzo que uno hace para conseguir una meta. Es muy satisfactorio.

Por un lado sos muy familiero y por el otro estás varios meses fuera del país. ¿Está en tus proyectos formar una familia con ese ritmo?

Si por supuesto, a mí me gusta planificar mucho. Quiero seguir jugando hasta los 30 años y si todo sale bien poder tener una familia e hijos y dedicarme a ellos. Ese es mi proyecto de vida.

¿Cómo influyó el deporte en tu proyecto de vida?

En el Club Don Bosco hay una frase que dice » Formar personas a través del deporte» y eso es muy importante. El deporte te fortalece, te hace creer en algo, te hace confiar en vos y trabajar para algo a corto y largo plazo. Hay muchos chicos que no encuentran que hacer de su vida, y yo les diría que no se pongan todo el día a jugar a la PlayStation o a ver tele por muchas horas, que se anoten en un deporte que les guste, ya que te da la posibilidad de rodearte de gente que se transforma en amigos y te contienen además de tu familia.

La última. ¿Qué harías si en EEUU te agarra un caza-talentos y te ofrece jugar en un equipo de Béisbol profesional?

(Risas) Digo que sí sin dudarlo, porque es muchísima la diferencia entre el béisbol y el sóftbol en EEUU. El Béisbol es como el fútbol en Argentina, por lo que podes crecer mucho profesionalmente y vivir tranquilamente del deporte.