La presencia salesiana intenta aliviar estas situaciones mediante el acompañamiento de jóvenes en contextos de vulnerabilidad, las parroquias, los comedores, las escuelas y centros de capacitación laboral, como así también el trabajo en red con otras personas y organizaciones. Los salesianos proponen así “espacios de vida” basados en la prevención, donde las personas pueden sentirse valoradas y mirar hacia el futuro con luces de esperanza.
Por todo eso, nos unimos a la obra de Don Bosco en Rosario en esta súplica: “Te pedimos Señor que recibas en tus cálidos brazos a David y le permitas gozar de la vida eterna. Que la violencia no nos encuentre jamás indiferentes. Por una Rosario en paz, te lo pedimos Señor”.
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