“En tiempos de Pandemia, la Auxiliadora nos guía para que seamos hijos auxiliadores”, nos decía la directora de la casa salesiana, Betiana Durand. A la fuerte devoción por la Madre de Dios se proponen actitudes de imitación. Inspirada por los signos de María en Caná y en la Visitación, la comunidad educativa motivó una ayuda solidaria con el Centro barrial.
Las familias de la Escuela son, en su gran mayoría, de escasos recursos. Sin embargo, los pequeños aportes sumaron $88.000, que se convirtieron en barbijos profesionales, cofias y guantes para el personal de salud. Este signo tuvo un fuerte valor educativo para las familias y de reconocimiento y solidaridad con los que nos cuidan en estos tiempos difíciles.
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