Formosa vivió la experiencia de una manera diferente: aunque todo el equipo se estaba preparando para un encuentro presencial, en esa provincia se decretó fase 1 del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio tres días antes de iniciar el Trotamundos. Entonces todo el equipo debió repensar y decidir sobre las posibilidades para llevar a cabo la experiencia formativa.
Claudia Baez, exploradora y miembro del equipo organizador, asegura que “lo que llevo al éxito (del Trotamundos) fue el gran amor a Don Bosco, la vocación de Servicio de cada uno de los de los que estuvieron de la organización, el reinventarnos y las ganas de aprender de los animadores”. Reconoce asimismo que no fue tarea fácil.
“Tuvimos que buscar una alternativa y trabajar muchas horas en los 3 días previos para que los chicos pudieran motivarse, pero fue una experiencia satisfactoria. Nos brindó la posibilidad de que participaran jóvenes que no se encontraban en Formosa capital, que son del interior de la provincia e incluso otros que por cuestiones laborales estaban fuera, e igualmente han podido participar.
Sin duda alguna el desafío fue grande y sumamente agotador, pero nos dejó una hermosa enseñanza: debemos adaptarnos a las circunstancias que nos tocan vivir y a afrontarlas con mucha alegría”.
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